J U S T I F I C A C I Ó N
(Piura, 17 agosto 2021)
Luis Gulman Checa
En el artículo anterior, “Cuidado con el ojo
tuerto”, formulé la hipótesis de que los medios, tan abocados al asunto de la
construcción de defensas en el río Piura, podrían estar en connivencia con
funcionarios y contratistas que vienen sangrando al erario (olvidé precisar que la tarea
primera y urgente es procurarle una salida directa al mar al río Piura)
con una obra no prioritaria.
Una persona allegada me increpó/llamó la
atención por haber sugerido que los medios también habrían sido
infectados/contaminados por la maldita corrupción. Mi respuesta fue escueta:
Lee el próximo artículo, éste.
En verdad se requiere ser muy iluso y/o caído
del palto para creer que la prensa, en general, se mantiene pura e inmaculada
ante el atroz e imparable avance de la corrupción, cuyo culmen está representado
por los expresidentes presos, fugados,
encausados o suicidados.
Además, luego de que el país entero comprobó,
con sus propios ojos, cómo Vladimiro Montesinos hizo lo que quiso -
corrompiendo a tantos capos de la prensa llenando sus pestíferos bolsillos de
dinero - con tantos medios de comunicación; ¿puede alguien ser tan iluso de
pensar que debemos creer a rajatabla en los contenidos de los medios?
Sin embargo, como sí he montado el bravo caballo de la función pública durante algunos años en diversos organismos, hablo con conocimiento de
causa, pues, como he me referido en varias oportunidades a flagrantes delitos
perpetrados por funcionarios a cambio de obvias y evidentes coimas; la
corrupción se ha diseminado por todos los ámbitos. Sin embargo, ello no implica
que TODOS los funcionarios, jueces, fiscales, policías, periodistas, etc., sean
corruptos.
Terminado el preámbulo
vayamos al meollo:
Primer Caso:
Cuando estábamos a cargo de ENOSA se presentó,
orondo y campante, en la oficina del gerente general, un reputado periodista
con currículo respetable no solo por haber dirigido diarios y canales de
televisión, sino, además, porque era
catedrático en una Universidad auténtica. ¿Acaso fue a reclamar por
algún cobro indebido por parte de la empresa y/o a plantear alguna sugerencia
para que la población estuviera mejor
servida? Nada de ello, se limitó a decir m/m:
Si quieren que los
apoye deben darme US $ 10,000.00
Lo único que recibió
fue una figurativa patada en el culo.
Segundo Caso:
Luego que el Gen. Enrique Siles fuera
reemplazado en el CTAR por un innombrable Gen EP ®, quien, ante la vergonzosa
inacción de los piuranos cerró/liquidó el organismo que tenía a su cargo la
gestión del Alto Piura - causa y razón de que los lambayecanos, desde años atrás,
estén disfrutando del agua de nuestro río -; me buscó una persona conocida para
decirme lo siguiente:
Sorprendido por el silencio en Chulucanas ante el cierre del proyecto que
estaba a tu cargo, le pregunté a un periodista por qué no habían reaccionado y
me dijo lo siguiente:
Gulman nunca nos apoyó.
Honor para el suscrito y vergüenza para los
“periodistas”. Sin embargo, considerando el despelote desatado en Piura y la
increíble e incalificable pasividad de los medios, ¿no debiéramos pensar que
algo anda medio podrido?