TEMA POLÉMICO: RONDAS URBANAS

 

(Piura, 05 agosto 2021)

 

Luis Gulman Checa

 

Empecemos planteándonos una reflexión elemental:

 

¿Por qué, un exjefe policial rechaza las rondas urbanas por inconstitucionales, cuando, siendo el Perú un país unitario, es decir, todos sus ciudadanos tienen los mismos derechos, las rondas campesinas pululan por todo el ámbito de nuestra serranía y no solo no son rechazadas ni proscritas, sino, figurativamente, bendecidas?

 

El exjefe señala: “el presidente Pedro Castillo está siendo mal asesorado y es descabellado formar estos grupos paralelos  a la policía, cuando debería reforzar las comisarías para fortalecer la seguridad ciudadana”.

 

Respetuosa pero francamente, discrepo absolutamente de tal afirmación, como lo demuestra el inútil incremento de miembros de la PNP salidos de las diversas nuevas escuelas para formarlos (como la mayúscula estupidez de haber entregado para tal fin el formidable campamento construido ad hoc para ejecutar la III Etapa del Pechp que debió ser privatizado para convertirse en un resort sullanero), quienes, generando profunda vergüenza ajena, se la pasan, zurrándose en el cumplimiento de sus obligaciones, hablando por sus teléfonos celulares sin importarles un comino las miles de infracciones perpetradas en sus narices, como, por ejemplo, circular sin luces, con escape libre o tronar el claxon.

 

¿Acaso en la sierra no existen las fuerzas policiales? A partir de las declaraciones comentadas habría que pensar que no, lo que justificaría la acción ciudadana a través de las rondas ante la ausencia del Estado.

 

En mi modesta opinión, bastaría y hasta sobraría con DIEZ policías dignos de ser llamados así, honestos y con los cojones bien puestos para poner orden en la ciudad en un santiamén. Sin embargo, llenar la ciudad de incompetentes e ineptos luciendo el uniforme de la policía, deviene en inútil y tirar dinero público. En resumen: SE REQUIERE CALIDAD ANTES QUE CANTIDAD.

 

Creo, y lo he reiterado, que, ante la inacción policial, la ciudadanía debería organizarse para “pararle los pies” a las bestias con aparecía humana que violan el orden público impunemente. Por ejemplo, al aparecer un vehículo circulando sin sistema de escape, vale decir, atronando el espacio, deberían detenerlo, bajar al conductor e, imitando a las rondas de la sierra, propinarle varias patadas en el culo y quemar el vehículo. Si ello así fuera, ¿creen ustedes, estimados, que alguien se atrevería a circular sin el sistema de escape en perfecto estado?

 

Sin embargo, la propuesta de Castillo apesta a burro muerto.