DETERIORO TOTAL

 

(Piura, 10 junio 2023)

 

Luis Gulman Checa

 

El pasado sábado por la noche, inusualmente, estuve viendo los canales nacionales y, milagrosamente, me libré de las arcadas que sus programas me producían, pues, con franqueza, era difícil determinar cuál era el peor y más asqueroso en todo el sentido del término.

 

De inmediato me vino a la mente la siguiente reflexión:

 

Si esta basura está en el aire es obvio que cuenta con sintonía, ergo hay ciudadanos peruanos que gozan y/o disfrutan viendo tremendos mamarrachos (para no usar adjetivos más propios para tremenda basura).

 

De inmediato mi mente voló décadas atrás cuando más de medio Perú estaba prendido de los televisores disfrutando de “Risas y Salsa”, el programa propalado por panamericana que merecía el calificativo de genial, se le mirase por donde fuere. Así, recordando al “Jefecito” y su adorada “Chelita”, podemos afirmar que nuestros espíritus se elevaban al cielo ante tanto humor y delicadeza. Sin embargo, los programas de hogaño, DAN ASCO.

 

¿Qué sucedió para que la televisión - formidable medio de comunicación que debiera ser útil para educar, guiar e informar adecuadamente a la ciudadanía - fuera capturada por la inmundicia?

 

No solo se trata de los programas referidos sino también de la abundancia de “mercachifles” de la información que pululan por diferentes canales cambiando de camiseta sin explicación alguna, aunque, bien mirado, no queda más que concluir que se la juegan por el mejor postor. ASQUEROSOS.

 

Otro asunto que me revuelve las tripas tiene que ver con la permanente aparición en los canales de “pontificadores” con tremendo rabos de paja, quienes, si tuvieran un ápice de vergüenza, debieran estar auto soterrados en algún cubil. Sin embargo, ratificando que el nuestro es el “país de las maravillas”, si así pudiera calificarse la permanencia de estos indeseables, siguen campantes y orondos diseminando su pudrición. Cuando tengo la desgracia de ver (por instantes) a uno de tales sujetos, me viene a la mente la siguiente pregunta:

 

¿Cuánto habrá pagado al entrevistador (a)?

 

Finalmente, estimados, ¿qué opinión les merece el programa de Magaly Medina? Preciso que jamás lo veo, pero, por ejemplo, con el reciente episodio que involucró a un ex futbolista, es imposible ignorarlo.