VAYAN A EL SALVADOR

 

(Piura, 21 junio 2023)

 

Luis Gulman Checa

 

Me dirijo a nuestras “autoridades”, pues, debiendo ser cierta la información referida a que ahí se construyó una monumental cárcel en tan solo siete meses, está más claro que el agua que tal es la figurada Universidad que deben visitar vuestros funcionarios responsables de  la ejecución de las obras, por cuanto, tras ilustrarse al respecto, en menos de lo que canta el gallo, a su vuelta, habrán desaparecido las brutales amenazas pendiendo sobre nuestras cabezas, como nos lo refriegan cotidianamente los medios, debido a las feroces y brutales lluvias que nos asolarán el próximo verano. ¿Por qué?

 

Por cuanto todas las vías de la ciudad de Piura resplandecerán tan igual como las de Santa Isabel, las cuencas ciegas no solo dejarán de serlo sino que su visión les permitirá ver hasta el planeta Marte, el río Piura, aún descargando brutales caudales, no solo permanecerá, cual manso corderito sin abandonar su cauce sino que echará sus aguas al mar sin afectar un ápice a los criadores de conchas de Sechura, y, obviamente, el drenaje pluvial en nuestra ciudad será tan perfecto que aunque el cielo descargara 300 mm en dos horas, cesado el diluvio, podríamos caminar por las calles sin mojarnos las suelas de los zapatos.

 

Sin embargo, pese a que el futro próximo pinta maravilloso luego de la obligada visita, no podemos dejar de lamentarnos que ejemplo tan formidable de eficiencia y honradez no hubiera salido a la luz muchos años atrás, por cuanto, si así hubiera sido y lo hubiéramos imitado,  nuestra tierra sería digna del primer mundo luciendo por doquier Hospitales de Alta Complejidad y Postas Médicas de primer nivel; Colegios públicos que dejarían pálidos a los privados (como el antiguo Colegio San Miguel); carreteras uniendo nuestras localidades al extremo de dejar cual pálido reflejo al envidiable sistema vigente en el Ecuador;  los poblados, por alejados que se ubicaran, contarían con perfectos servicios de saneamiento: agua potable y desagüe. Continúe soñando usted, estimado.

 

El presente no solo es una sátira, sino que, analizado a fondo, debiera hacernos pensar que todos los males y deficiencias que nos joden la vida a los piuranos son de pura y plena a responsabilidad nuestra, es decir, los electores. Así, desde más de 20 años atrás hemos venido, literalmente, suicidándonos al poner nuestro destino, mayoritariamente, en manos de incapaces y corruptos.

 

¡Dios tenga piedad de nosotros y el próximo verano sea normal!