EMERGENCIA REAL Y LETAL

 

(Piura, 02 julio 2023)

 

Luis Gulman Checa

 

La airea la edición de “Correo” de la víspera con espeluznante portada:

 

81 CRÍMENES ESTREMECEN A PIURA

 

Inseguridad y sicariato mantienen en vilo a los piuranos. La mayoría de asesinatos corresponden a Sullana. Escalofriantes cifras ubican a Piura entre las cuatro primeras regiones con más homicidios.

 

Preguntémonos qué actividad es más urgente:

 

Dedicarnos en cuerpo y alma a combatir sicarios y asesinos que cobran vidas humanas cotidianamente o, por lo contrario, estúpida, irracional o convenidamente, clamar por la dotación de recursos del erario a entes públicos carcomidos por la corrupción e incapacidad ya que - quizá, podría ser, talvez - el próximo verano llovería.

 

La citada cifra se refiere, únicamente, a seis meses, de modo que, como el asunto cada día se torna más peliagudo, no sería raro que el año completo acumule más de 200 occisos.

 

¿Acaso no es del más elemental sentido común imitar lo que  hicimos cuando las papas quemaban, como, por ejemplo,  recurriendo al Reino Unido para sacarnos las castañas del fuego al embarcarnos en la organización de los Juegos Panamericanos?

 

En la hora actual, cuando asesinos y sicarios campan a su gusto, sea noche o día, matando y robando, ¿no deberíamos pedir ayuda a un país auténtico para que envíe un equipo de POLICÍAS DE VERDAD para que equipe, guíe, oriente y enseñe a los nuestros a volatilizar a tales delincuentes?

 

Si para los medios la VIDA HUMANA es lo más importante (conclusión derivada del sesgo de las informaciones ante cada accidente entre vehículos mayores frente a los de dos o tres ruedas),  deberían enfocarse cotidianamente en exigir que las autoridades den primera y especial atención a combatir esta lacra. Sin embargo, curiosa y/o inexplicablemente, joden y joden con el Niño,  al que le han endosado varios apellidos, a pesar que contamos con  ejemplos recientes que tales predicciones devienen en tiros al aire, es decir, ocurrió lo contrario.

 

Prefiriendo pecar por necio a ser omiso, reitero que la MALDITA CORRUPCIÓN nos infectó de pies a cabeza.