EL FÚTBOL COMO TERMÓMETRO

(01 abril del 2015)

Luis Gulman Checa

Ayer, la selección peruana de fútbol cayó ante la venezolana por 1 a 0, en partido amistoso desarrollado en Fort Lauderdale, Miami. Era el primer partido dirigido por un flamante técnico argentino cuyo nombre es irrelevante, y el juego que mostró, me pareció, en términos socio políticos, de un país del tercer mundo.

Viendo el “espectáculo”, me vino a la mente que el fútbol bien puede ser un parámetro para establecer la evolución y/o involución de los países, pues, si bien desde niño empecé a ver fútbol local, tuve la suerte de disfrutar íntegramente del campeonato sudamericano de fútbol de l957, desarrollado en el Estadio Nacional.

En aquella época, Venezuela no existía futbolísticamente, al extremo que no participó en el torneo ni, tampoco, se hizo presente en el grupo que conformaba con Perú y Brasil para definir uno de los representantes sudamericanos  al mundial de Suecia del año siguiente.

Para tomar consciencia de los conceptos evolución/involución, nuestro país, vapuleado por cualquiera desde mucho tiempo atrás, en 1957, disputando la clasificación a Suecia con Brasil, empató 1 a 1 en Lima (Alberto Terry e Indio de cabeza) y, en Río de Janeiro, Didi tuvo que inventar la Folha seca para derrotarnos por  1 a 0 con su formidable e innovador tiro libre al inicio del partido. En resumen, Perú estuvo a un paso de eliminar a Brasil, que, ya incorporado Pele, barrió en Suecia.

Vale la pena recordar el desempeño de otro “gigante” actual como  es Colombia, en el citado sudamericano de 1957:

·         Brasil             9                -                      Colombia       1
·         Argentina       7              -                      Colombia       3
·         Perú               4               -                      Colombia       1

No obstante, acorde con el aserto que así es el fútbol, el vapuleado equipo colombiano derrotó 1 a 0 a Uruguay, que venía de ser semifinalista en el pasado mundial de Suiza, 1954, con un fabuloso gol de “Maravilla” Gamboa.

De modo que Colombia, que en esa época, era un “patito feo”,  a diferencia nuestra, que vamos como el cangrejo, no ha dejado de avanzar al extremo que, en el propio estadio de River Plate, Buenos Aires, le propinó un brutal 5 a 0 a la Argentina en la eliminatoria para el mundial de USA, en 1994.



Sigamos haciendo memoria para recordar dónde estábamos ubicados, futbolísticamente, décadas atrás:

·         El campeonato sudamericano de 1957 lo ganó Argentina (Maschio, Angelillo y Sívori), pero el partido final, jugado cuando ya tenía el título en el bolsillo, fue con Perú. Resultado Perú 2 (Pintura de Alberto Terry) - Argentina 1.

·         Sudamericano de 1959 en Argentina: Perú debutó empatando a 2 con Brasil, flamante campeón mundial (Juan Seminario alocó al gran Djalma Santos) y, seguidamente derrotó a Uruguay 5 a 3.

·         Mismo año de 1959: partido amistoso en el Estadio Nacional: Perú 4 (tres de Juan Seminario) - Inglaterra 1.

El hecho real y concreto es que el Perú, luego de haber mantenido siempre un estatus respetable en el fútbol sudamericano, actualmente se encuentra en el fondo. ¿Por qué? ¿Cuál es la explicación por la que, cuando se habla de nuestros grandes “avances”, en una actividad de tanta relevancia como es el fútbol, damos pena y sentimos vergüenza?

¿Se deberá, acaso, a la eliminación del curso de Educación Física?