HILDEBRANDT EN SUS TRECE: INCONGRUENCIAS (II)

(14 abril del 2015)

Luis Gulman Checa

Siguiendo la línea de Hildebrandt, de brutal franqueza y claridad para opinar  aunque se refiera al “Rey de Roma”, cuando, por ejemplo, dedica al expresidente Alan García, entre otros epítetos, el de Caco García (aclaro no estar criticándolo por ello),  revelaré un convencimiento arraigado en mi mente:

“Los anti mineros que basan su posición en argumentos, irracionales, irreales y absurdos, devienen en TRAIDORES A LA PATRIA comparables a Abimael Guzmán, por cuanto, mientras éste la destruía a bombazos, los otros, preparados y doctos, infectan la mente de nuestra masa inculta e influenciable, paralizando el desarrollo nacional”.

Aclaro no dudar  que si la mayoría de empresas mineras pudiera convencer a las poblaciones  las dejaran operar a cambio de una peseta, lo harían felices y contentas, por cuanto su misión - así como la de los medios escritos es lograr el mayor tiraje - es ganar la mayor cantidad de dinero que sea legalmente posible.

Entonces, a partir de tal precisión, lo que deberían hacer los citados “antis”, quienes, sin embargo, en su vida diaria se zurran en sus discursos anti mineros por cuanto hacen uso y abuso de todos los bienes que ella provee; es orientar, asesorar y guiar a los bendecidos peruanos en el sub suelo de cuyas tierras hay yacimientos mineros, para que negocien inteligentemente con las empresas y obtengan los mayores beneficios que sea posible. Claro, ¡Sin romper la pita!

Para descalificar más aún - si ello fuera posible - a los “antis”, estimados lectores, formulémonos una simple pregunta:

¿Es posible nuestra existencia sin utilizar  minerales?

No sé si alguno de estos “antis” o deudos suyos habrá pasado alguna vez por un quirófano, porque, si así hubiera sido, los aparatos usados por los galenos para intervenirlos, ¿fueron de metal o de palo?

Así, otra vez en la línea de CH, diré que los “antis” existen por una de dos razones:

·         Son mentes resentidas carcomidas por el odio y la envidia, o
·         Son pagados por quienes no desean el desarrollo y/o progreso del Perú.


Resultaría gracioso, de no ser tan pernicioso para el Perú, que César Hildebrandt, a través de su revista, resultara un TONTO ÚTIL de nuestros vecinos que él tanto “ama”, oponiéndose al desarrollo minero nacional.