TODO LO QUE BRILLA NO ES ORO

(Piura, 22 abril del 2015)

Luis Gulman Checa

Profunda pena y desilusión sentí al enterarme de la incalificable inconducta de dos personas que ostentan la representación piurana en el Congreso Nacional (no tengo la seguridad que sean piuranos), elegidos en la agrupación de la señora Fujimori, quienes, exactamente igual a todos los funcionarios corruptos, a lo largo y ancho del país, que se enriquecen a costa de apropiarse de dinero público puesto bajo su administración; también “metieron mano” al erario para solventar un ridículo y barato viaje de proselitismo partidario a la ciudad de Puno (en las antípodas de Piura), acompañando a su “lideresa”.

¿Será aceptable semejante torpeza?

Lo más grave del hecho es que uno de ellos, el señor Díaz Dios, desde que fue elegido, asumió para sí el papel de severísimo censor en el ámbito público regional apareciendo y manifestándose, un día sí y el otro también, denunciando y acusando a funcionarios de todo jaez, equiparando su conducta a la de un niñito que nunca había tenido  juguetes hasta que recibió uno del cielo.

Entonces, ¿quién cuidará a partir de ahora de nosotros, según  nos decía hasta el hartazgo - abusados y robados por tanto corrupto inmerso en el sector público - el “impoluto” congresista,  repitiéndolo mañana, tarde y noche? Por cuanto él, en mi opinión, se ha auto descalificado para siquiera mencionar  la palabra honradez luego de su lamentable actitud.

Ojo, no estoy calificándolo ni pienso que sea corrupto ni ladrón, pero, en atención al aserto que dice “Para mentir y comer pescado hay que tener mucho cuidado”, sí creo que, de aquí en adelante, copiando expresiones de la juventud, deberá cambiar de chip si desea mantenerse vigente en el imaginario popular para tener la posibilidad de seguir disfrutando de las mieles que, obviamente por sus actitudes, ha significado para él acceder al Congreso Nacional.

Sin embargo, pienso que Piura ya está fuera de sus planes y, quizá desde el principio, su mirada y expectativas  se dirigían a las alturas e, in pectore, para mí desde el principio fue “Fabiolo”, recordando a doña Fabiola Morales quien, exactamente como estimo sucederá con el señor Díaz Dios y tantos otros provincianos, usó Piura como trampolín para mudarse a la escena nacional. Ojalá le vaya bien a él y, también, la providencia haga abrir los ojos a los piuranos en futuras elecciones.