HILDEBRANDT EN SUS TRECE: INCONGRUENCIAS (Final)
(Piura, 20 abril del 2015)
Luis Gulman Checa
Asumiendo que el suscrito hubiera estado
errado en sus dos escritos previos y la
línea anti minera de la revista fuera sincera, limpia y pura; la pregunta que deberíamos hacernos sería la siguiente:
¿Por qué se limita a
atacar la minería formal, haciendo mutis respecto a la informal e ilegal, esas
sí, probadamente depredadoras del medio ambiente?
Tal omisión, compartida por tantas ONG que
basan su existencia impidiendo la explotación, formal y legal, de nuestros
ingentes recursos minerales; es inexplicable
ya que, si empresas formales usando
tecnología moderna van a contaminar el medio, mucho más nocivos tienen
que ser los efectos de la extracción
realizada por los informales/ilegales.
Comportamiento u omisión tan irracional e
injustificable debe generarnos suspicacias, llevándonos a preguntarnos por qué,
siendo C.H. una persona inteligente, moderna, racional y muy culta, se erige en
abanderado de una posición absurda, irreal y retrógrada, pues, reitero, es
innegable que nuestra existencia sin minerales, no es viable. Asimismo, está absolutamente
demostrado que, por toda la tierra, conviven agricultura y minería.
En Piura tenemos un claro ejemplo de la
citada irracionalidad al contar con un gran yacimiento, mayoritariamente de
cobre, en nuestras provincias de Huancabamba y Ayabaca, el cual sigue ahí
tirado mientras nuestros hermanos de allá arriba sufren mil carencias, las que, precisamente, desaparecerían con los
beneficios que recibirían de explotarse los yacimientos.
Digresión: Ante el argumento de los “antis”
de que las empresas van, explotan, se retiran y los pobladores
siguieron tal cual, públicamente he manifestado, entre otros conceptos, lo siguiente:
“Hermanos de la sierra, acepten explotar vuestros yacimientos con la condición
de que el 100% del Canon minero sea invertido durante 10 años en vuestros
territorios. Asimismo, que tales recursos sean administrados por un ente ad hoc
a prueba de balas (corrupción y/o proselitismo).
Sin embargo, así como tenemos “durmiendo” la
citada riqueza, ubicada en la cuenca del Atlántico, acá, en nuestra ubérrima
costa con enorme potencial agrícola y dos grandes reservorios para garantizar
el riego, la minería informal e ilegal, aguas arriba de ambos, en la cabecera
de nuestras cuencas, viene creciendo imparable siendo un peligro latente que,
cuando explote, podría significar el fin de nuestras exportaciones agrícolas.
¿Alguna ONG se ha
manifestado contra esta minería depredadora?