¿COMENTARISTAS?

(Piura, 13 junio del 2015)

Luis Gulman Checa

En el marco de la Copa América disputada en Chile, acaba de culminar un fantástico partido entre Argentina y Paraguay empatado a dos goles. El resultado formal es engañoso por cuanto Paraguay pasó por encima al equipo argentino y debió ganar por 2 a 0, real resultado moral.

¿Por qué? Por cuanto, así como sucedió en el partido inicial del torneo en el que Chile venció a Ecuador por 2 a 0, hoy también los goles argentinos, anotados en el primer período,  se debieron, el primero a la locura de un paraguayo que habilitó a un contrario para que anotara, y, el segundo, a  un penal regalado por el juez colombiano.  Sin embargo, en este caso, a diferencia del partido inicial,  tratándose de un aguerrido equipo conformado por PARAGUAYOS,  seres excepcionales por su temperamento, garra, fuerza y voluntad indomables, en el segundo período anotaron DOS GOLAZOS AUTÉNTICOS Y FENOMENALES SIN AYUDAS AJENAS.

La motivación de escribir el presente fue el triste papel desempeñado por los “Comentaristas” - cuya presencia era lógica y necesaria cuando los partidos se trasmitían por radio, es decir, antes que apareciera la TV - quienes, al menos para mi gusto, constituyen un lastre y/o una rémora para quienes gustamos disfrutar del fútbol, más aún porque no somos ciegos ni tarados, característica que parece abundar en casi todos ellos.

De primera intención es sabido hasta el hartazgo que, en el fútbol, es imposible pronosticar cómo se desarrollará y/o  culminará un partido, ejemplos de lo cual tenemos para escoger.  El partido citado, para los  comentaristas, sería un paseo para la Argentina por la cantidad de “Estrellas” con que cuenta, tantas que ponían en aprietos a Martino, el D:T.;  mientras, al frente, Paraguay,  dirigido por el también argentino Ramón Díaz, era un equipo en pañales conformado por desconocidos y/o imberbes y/o mediocres. En números:

Mientras el equipo argentino vale Cuchocientos millones de Euros, el paraguayo vale una peseta.

Obviamente, como lo haría cualquiera con “dos dedos de frente”, Paraguay empezó “cediendo el terreno al equipo argentino” pero sin dejar de “jugar la pelota”. Claro, luego de los  regalos que propiciaron los goles argentinos,  dijeron  pobre Paraguay,  Díaz tendrá que variar su esquema para que no le “llenen la canasta”, etc., etc. Sin embargo, la realidad nos mostraba que el equipo paraguayo jamás de descompuso, quitó cuantas bolas quiso, “salió jugando” y amarró y dominó a los argentinos quienes terminaron con la soga al cuello.

Consejo gratuito para el Real Madrid:

Contraten dos paraguayos - quienes para estos “Comentaristas”  valen una peseta - y el gran Lío Messi pasará desapercibido, tal y como sucedió hoy.