NADINE: DE ÁNGEL A DEMONIO

(Piura. 02 junio del 2015)

Luis Gulman Checa

Reflexionando sobre cómo ha ido variando el trato dispensado, tanto por los medios como por políticos y opinólogos, a la señora Nadine Heredia, a partir de la asunción del cargo por su esposo hasta la fecha; concluí que los peruanos somos necios, inconsecuentes, rastreros, olvidadizos y mal agradecidos.

Hagamos memoria

¿Acaso no es verdad que la señora fue reputada como el Ángel que aplacó al demonio  escondido en el alma del flamante presidente, considerado hijo putativo de Chávez, dispuesto a destrozar el país, como aquél desdichado hizo con Venezuela?

El asco y la vergüenza me atosigan cuando leo u oigo a conspicuos miembros de mafias - cínicamente denominadas partidos políticos - clamando al cielo y pidiendo la mismísima horca contra la dama porque gastó unas pesetas, obvia y necesariamente, para estar adecuadamente emperifollada de acuerdo a su rango, cuando, esas mismas mafias, lideradas por sujetos que aparecieron en la política “con una mano atrás y otra adelante”, y ahora hacen ostentación de bienes y riquezas cuyo único origen tiene que ser el saqueo de las arcas públicas que administraron; son la verdadera lacra que nos mantiene como un país de cuarta.

País de cuarta: Es aquél en el que la mayoría de la población vive y se debate en la pobreza y/o abrumada por miles de carencias, mientras unos pocos, entre los que se insertan los que “viven” de la política, habitan el primer mundo.

Pregunto a usted, estimado lector:

¿Somos un país con una población mayoritariamente instruida y pensante o, por lo contrario, nuestra educación y formación cívica son mínimas?

Si la situación fuera la segunda, es decir, que casi se nos puede calificar como una nación de “animalitos”:

¿Qué valor tendrían las “encuestas” con una prensa asquerosamente manipuladora en defensa de intereses protervos y ajenos al bien común?

Digo que ninguno y el papel en el que están resumidas podríamos enviarlo a los desdichados venezolanos como reemplazo del desaparecido papel higiénico.



Con la mano en el pecho, le pido a usted, estimado lector, plantearse la siguiente reflexión:

¿Acaso no hubiera sido maravilloso que, en el período 1985/1990, la criada en excelente cuna, distinguida, instruida, ponderada, cuerda, reposada, correcta y honesta Primera Dama, hubiera gobernado como ahora - según se afirma - lo hace la señora Nadine Heredia?

Si así hubiera sido, tan nefasto período de desgobierno, robos y saqueos no estuviera escrito en las páginas negras de nuestra historia y nuestro país, sin duda alguna, presentaría una cara mil veces mejor que la actual.

Entonces: ¿Condenamos a Nadine o agradecemos a la providencia por habérnosla enviado?