POLÍTICOS BIEN NACIDOS
(Piura, 31 mayo del 2015)
Luis Gulman Checa
Continuando en la línea del artículo ¿Para
qué son útiles los políticos?, es oportuna una reflexión sobre el comportamiento de un político auténtico,
lo que plantearé con una simple disyuntiva:
Si, por ejemplo, un
congresista bien nacido, honesto, afanoso por representar correctamente a su
región y, por supuesto, bien
intencionado, detectara, confirmara y/o fuera debida y sustentada mente
informado que, en algún municipio, por tal o cual motivo las cosas no andan
bien, qué cree usted, estimado lector, que debería hacer de primera intención, ¿acercarse
a hablar con el alcalde para explicarle, informarle y guiarlo hacia
el camino correcto o, por lo contrario, acudir a los medios convertido
en un energúmeno vociferante y denunciante?
Esta segunda opción,
que prevalece entre nosotros, acaso,
además de ir en contra de la civilizada presunción de
inocencia y/o ignorancia del responsable, ¿no revela que el único interés de
este infeliz es “llevar agua a su molino” pensando en el próximo proceso electoral?
Razonemos: los políticos no son elegidos y
remunerados por la población para que se enzarcen en luchas fratricidas cual
jauría de perros hambrientos y famélicos disputándose una presa - la
ubre pública -, sino para que, desde el ente en el que estén ubicados,
coadyuven honesta, leal y eficazmente al progreso del país con la consiguiente
mejora y/o elevación del nivel de vida de todos y cada uno de los peruanos.
Cuál de las
situaciones descritas, cree usted, es la
prevalente, ¿la concordia preñada de honestidad o la jauría hambrienta
símbolo de corrupción y absoluto desdén por el Perú?
Ante esta innegable realidad resulta de suma
urgencia reformar el sistema electoral, lo que, erradamente, según mi opinión,
se está limitando a discutir la eliminación del voto preferencial con el írrito
argumento que atenta contra la estabilidad/orden de los partidos políticos.
¡Qué tal lisura! ¿Acaso existe alguna organización en el país que merezca tal
denominación? Por favor, si hasta el APRA, con sus cuatro gatos, desapareció
del Congreso subsumiéndose en un
enjuague cuyas siglas ni siquiera recuerdo.
LA REFORMA NECESARIA
Y URGENTE ES ESTABLECER EL VOTO FACULTATIVO, ES DECIR, ELIMINAR LA OBLIGACIÓN
DE ACUDIR A VOTAR.