P R O P O N I E N D O

 

(Piura, 12 mayo 2021)

 

Luis Gulman Checa

 

Me refiero al proceso de vacunación puesto en marcha priorizando a los viejitos/ancianos quienes debemos acudir a determinados lugares donde seremos inmunizados, lo cual, como se comprenderá, al fijar como único requisito la edad, genera que, cual manada desbocada, acudamos sin orden ni concierto a los lugares determinados originándose colas kilométricas constituyendo irracionales e inhumanos tormentos para quienes merecemos un trato acorde con nuestra decrepitud, es decir, humano.

 

Estas colas son de variada naturaleza: un caso representado por infinidad de   ancianos (a) parados cumpliendo el distanciamiento, es decir, sometidos a un inútil e inaceptable tormento obligándonos a permanecer de pie por un número indeterminado de horas soportando el fuerte sol piurano y, de otro lado, interminables filas de vehículos transportando a los ancianos penando por el momento en que serán inoculados.

 

Si bien en el segundo caso los “abuelitos” permanecen sentados y protegidos del sol, imaginemos cuántos cientos o miles de veces deberán funcionar los arrancadores para hacer avanzar los vehículos, por cuanto, no creo haya muchos que permanezcan con el motor funcionando y conservando el interior refrigerado y, si así fuera, el desperdicio de combustible y dinero se sumaría a la contaminación generada por los escapes vehiculares.

 

Asumiendo que el equipamiento para practicar las inoculaciones no requiere instalaciones ni equipos como, por ejemplo, los requeridos para efectuar un trasplante de corazón, siendo, por lo contrario, simples y trasportables en una mochila, precisaré lo que hubiera dispuesto si la tarea hubiera estado a mi cargo:

 

AVISO PÚBLICO

 

Se comunica a los pobladores de la Calle Arequipa, ciudad de Piura, que el día 14 de mayo se procederá a vacunar contra el Covid a todos los mayores de 80 años. El equipo encargado empezará su tarea en la cuadra 1 a las 07.00 am e irá recorriendo la calle hasta el final.

 

Así, en vez de atormentar, ahora a los ancianos y posteriormente a toda la población,   como viene sucediendo, unas cuantas personas idóneas y en la flor de la edad, desplazándose cómodamente, irían inmunizándonos  civilizadamente, es decir, tratándonos como personas y no bestias salvajes.