UNA LUZ EN EL HORIZONTE

 

(Piura, 24 mayo 2021)

 

Luis Gulman Checa

 

Esperanzadora y reconfortante la información que adornó la portada de “El Tiempo”, edición de la fecha:

 

ARCC no dará dinero al GORE tras caso de cartas fianzas falsas.

Si quiere hacer la obra del centro de salud de Máncora, deberá buscar el dinero por su propia cuenta, ha dicho el gerente de la ARCC.

 

La decisión del citado gerente deviene en consecuencia del más elemental sentido común, pues, denotaría estupidez, irracionalidad y varias otras taras similares continuar entregando dinero para ejecutar obras públicas a una entidad que, evidente y obviamente, además de haber sido plagada por ignaros también alcanzó el grado máximo de putrefacta corrupción.

 

Sin embargo, tal medida es un simple paliativo para disminuir la pérdida de recursos públicos, por cuanto, lo que  realmente debiera hacerse es lo mismo que se hizo con la población cuando se detectó la presencia del Covid. Así, entonces, tan igual como fuimos obligados a soterrarnos en casa reduciendo a cero la actividad, al GORE habría que aplicarle la misma medicina echándole, figuradamente, candado y paralizándolo absolutamente. ¿Exagerado? No lo creo, pues habiendo alcanzado el pico de  incompetencia y corrupción, su continuidad implicaría  que los recursos destinados al desarrollo de Piura y el consiguiente bienestar de los piuranos, continúe  dilapidándose en mantener a innumerables zánganos e inútiles. Señalaré unos cuantos:

 

El 100% de la planilla del Alto Piura, real engendro devorador insaciable de recursos del erario y, asimismo, los consejos directivos del mismo y del Pechp.

 

Lo he dicho varias veces y no me cansaré de reiterarlo:

 

El funcionamiento de ambos consejos directivos - además de la esperpéntica decisión de crear otro proyecto especial cuando el Alto Piura era la IV Etapa del Pechp - viene implicando un vulgar robo a las arcas del erario por cuanto los miembros del mismo en el Pechp, antes de la irrupción de César Trelles Lara, ocupaban tales cargos en calidad de ad honorem.

 

No obstante, debido al exceso de democracia acompañada de la maldita eleccionitis, ocasionó que sus seguidores, tres hasta el momento, mantuvieran vivo y coleando tremendo latrocinio.