PROMESA CUMPLIDA
(Piura, 02 junio 2021)
Luis Gulman Checa
Nuestro gobernador, Servando García, será
pasible de recibir innumerables críticas y comentarios ofensivos referidos a su
gestión, sin embargo, debemos reconocer honró su palabra cuando hizo público el lema
que definiría su gobierno: “TRANSFORMANDO LA REGIÓN”.
El inconveniente, para desgracia de Piura y los
piuranos, estuvo en que obvió especificar los alcances de la mentada
transformación, aunque las personas de bien y m/m pensantes no dudamos se estaba comprometiendo a tornar un ente enrumbado
cuesta abajo, burocratizado - en el sentido de albergar compinches y allegados
de la autoridad de turno - y obvia y demostradamente incompetente; en un organismo ágil, técnico y
con visión de futuro para colocar a Piura en el lugar que le corresponde, es
decir, en el cielo.
Sin embargo, la cruda y amarga realidad, sacó a
la luz que su visión de cambio iba en el sentido opuesto al esperado: EN VEZ DE
MODERNIZAR, HIGIENIZAR Y TECNIFICAR la entidad a su cargo la transformó para
convertirla en un asqueroso NIDO DE RATAS, en este caso de dos piernas y sin
cola pero, imitando a los roedores, dedicadas a arrasar con los recursos
públicos.
Considerando que los “personajes públicos”,
como sin duda es la mencionada autoridad, están sujetas al escrutinio de la
población respecto a los actos que realizan en el ejercicio de su cargo, nos
asiste no solo el derecho sino también la obligación de escrutar cómo ha sido
posible que una persona educada, como la demuestra su condición de médico,
nacido en nuestra serranía, donde se respeta la ley y el orden como
permanentemente nos lo recuerdan las acciones emprendidas por las Rondas
Campesinas, y quien, además, fue reiterativo en su afán de auparse al más alto
cargo regional lo que debía llevarnos a
pensar estaba obsesionado por servir a su tierra; terminó siendo un fiasco y/o
un asqueroso puñal clavado en el corazón de los piuranos bien nacidos.
La cruda y triste realidad que estamos sufriendo
en Piura - también en el país -, es la consecuencia del encumbramiento de
absolutos incalificables por decisión de las MAYORÍAS SOBERANAS, es decir, el
pueblo ejerciendo su ¿sagrado? derecho a elegir sus autoridades.
Entonces, si lo afirmado líneas arriba
estuviera acorde con la verdad, tendríamos que concluir que los males que nos
asolan, manteniéndonos en el atraso, son de nuestra exclusiva responsabilidad.
Así, entonces, deviene en un absoluto contrasentido el salir a protestar por
las penurias que nos aquejan cuando los únicos responsables de ello somos
nosotros al estar recibiendo una sobre dosis - peor que una nefasta droga - de
DEMOCRACIA, manjar, reitero, demasiado exquisito para ser saboreado por
nuestros rústicos paladares.