DIAGNÓSTICO CONFIRMADO
(Piura, 28 abril 2022)
Luis Gulman Checa
La edición de “El Tiempo” de la fecha, para
nuestra desgracia, reconfirma lo expresado en el artículo de la víspera
(Analizando a Piura) según la portada:
Pedirán al GORE
devolver dinero de obras que no ejecutó.
Directora de ARCC. Amalia Moreno anuncia que su entidad solicitará “extorno”
del presupuesto de aquellas obras que la entidad regional no podrá ejecutar
este año. La finalidad es financiar con este dinero otros proyectos en Piura.
Analicemos el crimen implícito en la incapacidad para ejecutar el presupuesto (en criollo,
gastar idóneamente el dinero asignado a una entidad para invertir en el curso
del año) cuando Piura tiene miles de carencias de toda clase en su ámbito. Ello, sin lugar a la menor duda, es
prueba inapelable que el sector público, en este caso el GORE Piura, ha sido
infectado por incapaces y corruptos, demostración de lo cual está tanto en la
noticia comentada como en los varios procesos que vienen enfrentando diversos
funcionarios, incluidos el gobernador y el liberteño que, traidoramente, asumió
la gerencia general y ahora está preso.
Para quienes tenemos experiencia en el manejo de
la Cosa Pública, honrada, inteligente y técnicamente, lo que se ha desatado en
Piura desde muchos años atrás (la estafa/robo/engaño en el manejo del Alto Piura ya cumplió doce
años de edad y no hay ni un solo responsable en cana) nos origina profunda
pena, similar, por ejemplo, al vía crucis que sufre un ser querido cuando algún
mal afecta su organismo y la vida se le va apagando de a pocos, por cuanto, tal
es lo que viene sucediendo con nuestra tierra al haber sufrido la desgracia de
caer en manos de incapaces y corruptos, quienes, en lugar de guiarla a las
alturas donde debiera estar por las varias bendiciones con las que la dotó la
naturaleza, presenta un estado calamitoso en perjuicio de la ciudadanía, la
cual, contradictoriamente, fue quien puso su destino en manos de sus verdugos.
Cuando reinaba la eficiencia y probidad en el
sector público la situación era opuesta a lo que ahora viene sucediendo, pues,
en vez de que los fondos presupuestales quedaran intocados y las obras
brillaran por su ausencia, las obras estaban culminadas sin haber sido
canceladas en su totalidad, es decir, se invertía más de lo asignado dejando
una real papa caliente en manos del MEF por cuanto tenía que pagar lo
construido.
¿Cuál será el remedio para el gravísimo mal que
nos viene afectando? ¿Seremos tan insensatos de continuar por el camino tomado
tiempo atrás acercándonos cada vez más al colapso cual es el insistir en elegir
a nuestras autoridades, cuando, hasta para un ciego y sordo, ante cada proceso
se incrementa el número de ávidos y hambrientos comensales al festín (tal como
ellos lo ven según los resultados) que se disfrutará de ser elegido?