IRRACIONALIDAD vs IRRESPONSABILIDAD
(Piura, 05 abril 2022)
Luis Gulman Checa
El primer calificativo es aplicable a todas las
personas que vienen jodiendo la vida a
los peruanos no solo por el paro del transporte (que podría ser aceptable)
sino, delincuencialmente, impidiendo el libre tránsito obstruyendo puentes y
carreteras, tal y como si con acciones bestiales fueran a lograr variar las circunstancias
que originaron el alza del precio de los combustibles imperantes tanto en
nuestro país como en el mundo.
Digresión:
Si tuvieran “dos dedos de frente” debieran
descargar su ira contra la memoria del “Atila” peruano, Juan Velasco Alvarado,
quien, demagógica y criminalmente, echó a la IPC de la provincia petrolera
reemplazándola por una sanguijuela insaciable llamada Petroperú, ente que no
solo viene saqueando el erario por décadas sino que, por crasa ignorancia e
incompetencia tornó a nuestro país deficitario
en lo referido a combustibles, ergo, ahora importamos y estamos sujetos a los
vaivenes mundiales.
La irresponsabilidad, obvia y claramente, es
del incompetente, ignaro e incapaz gobierno que nosotros mismos, estúpidamente,
elegimos, por permanecer impávido y ausente, sin mover un dedo en respuesta a los
desmanes que vienen produciéndose, dejando de lado su inalienable misión de
mantener el orden público en todo el territorio nacional. Para aquilatar la
gravedad del crimen que viene perpetrando plantaré una comparación:
Imaginemos se produzca un incendio en alguno de los
grandes centros comerciales surgidos en Piura y, los bomberos, en vez de acudir
prestos y raudos con sus vehículos, mangueras y sirenas a combatirlo, permanecieran
impávidos e indiferentes en sus cuarteles permitiendo que el fuego arrasara con
bienes y vidas.
¿Acaso, bien mirado, no
es exactamente tal la actitud del gobierno frente a los atropellos y
atrocidades que vienen produciéndose por culpa de vándalos?
Termino reiterando el consejo inmerso en
artículo anterior dirigido a los responsables del presente desmadre desatado en
el Perú:
Piensen, razonen, dejen
de actuar como bestias salvajes y tomen la decisión obvia y clara para cualquier
ser pensante: eleven el precio de los fletes y dejen de joder.