¿RECESIÓN EN PIURA?

 

(Piura, 22 octubre 2022)

 

Luis Gulman Checa

 

Reconociendo ser ignaro en la sofisticada ciencia de la Economía, me sorprendió una llamada en la portada de “Correo”, edición de la fecha:

 

CAMCO: Piura atraviesa una recesión económica.

 

El presidente de la Cámara de Comercio funda su declaración en informe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) referido al departamento. Sin embargo, los porcentajes precisados referidos a la caída resultan ínfimos, así podría decirse que la situación no es para echarse a llorar.

 

Más bien, cambiando los conocimientos en Economía por los simples ojos que nos permiten ver lo que sucede a nuestro alrededor, podría afirmarse que en Piura  está entrando dinero a chorros, lo que desdice la supuesta recesión, pues, si así fuera, el panorama sería opuesto al actual:

 

·         Calles y avenidas colapsadas por la gran cantidad de vehículos flamantes de cuatro y dos ruedas.

·         Centros comerciales repletos de personas ambulando y comprando.

·         Brote de modernos restaurantes imitando a la aparición de hongos tras la lluvia, los cuales, en gran medida, tienen a los clientes haciendo cola para acceder a ser atendidos.

·         Procesiones de buses circulando por todos lados transportando miles de trabajadores de sus casas a los emprendimientos agrícolas de alta tecnología, y retronándolos al ir cayendo el sol.

·         El hecho que m/m el 99% de las personas que vemos circulando no solo cuentan con un teléfono celular, sino que, demostrando que las actividades de todo orden marchan viento en popa, se ven obligadas a comunicarse no solo cuando van transitando por las aceras sino también cuando cruzan calles o avenidas a mitad de cuadra sin tener tiempo de mirar si se acerca algún vehículo que podría arrollarlas.

·         Proliferación de gimnasios por la ciudad revelando que cada vez hay más personas con capacidad económica para dedicarse a formar y modelar el cuerpo, con el agregado de la alimentación suplementaria que la actividad conlleva.

 

Los hechos estarían indicando que en el departamento se vienen desarrollando, desde tiempo atrás, actividades que no figuran en el radar del INEI, razón por la que su diagnóstico no coincide con nuestra realidad. Así, entonces, ¿será que Dios se apiadó de nosotros perdonando nuestra incapacidad para  sacarle el jugo a nuestros formidables dones, como, por ejemplo, el agua regulada; abriéndonos otras puertas?