TARDÍA EXIGENCIA
(Piura, 06 octubre 2022)
Luis Gulman Checa
Los candidatos a cargos públicos por elección,
se trate de gobiernos locales y/o regionales, deben, necesariamente, desde su
postulación, precisar qué personas los acompañarían en caso fueran elegidos, por cuanto, como lo entiende hasta
un pollino, NO HAY PERSONA EN EL MUNDO QUIEN, POR SÍ SOLA, PUEDA ASUMIR
SEMEJANTE TAREA.
Poniendo una comparación al alcance de
cualquier mente: votar por alguien sin saber quién lo acompañaría, es comparable
a apostar por un equipo de fútbol
conformado por una sola persona. ¿Por qué? Por cuanto, aunque se tratara de un
maravilloso jugador, comparado con el cual todos los vistos hasta ahora,
incluido Pelé, serían un chancay de a medio; recibiría una goleada catastrófica.
Lo mismo sucede al votar por una persona
que, una vez elegida, se rodea de ignaros y rufianes como ha sucedido a menudo.
Es una lástima que “expertos” y “entendidos”
recién abran la boca cuando ya pasó la misa de la una de la tarde, lo que se
agrava aún más por la reciente real traición a Piura y los piuranos perpetrada
por quien aún ostenta el cargo de gobernador, quien, recién elegido sin haber
mencionado jamás algún colaborador, trajo de la Libertad a un secuaz de César
Acuña, quien, desde buen tiempo atrás está preso en Río Seco.
Digresión:
Llama la atención que, mientras un subordinado
está entre rejas, el jefe, el gobernador, quien dirige la banda, está feliz y
contento.
Me motiva la portada de la edición de “Correo”
de la víspera:
MUESTREN SU EQUIPO
TÉCNICO
“El doctor en Comunicación Pública de la Universidad de
Piura, Fernando Huamán Flores, y el presidente de la Cámara de Comercio, Javier
Bereche, coinciden en que los candidatos Reynaldo Hilbck y Luis Neyra deben
presentar a las personas que los acompañarán en un eventual gobierno.
Es una pena que ambas señeras y renombradas personalidades,
recién planteen exigencia tan elemental que debiera ser propia hasta de escolares de primaria, pero, fatal y
desgraciadamente, los piuranos, en su
gran mayoría y, figurativamente, al
estar durmiendo bajo un frondoso algarrobo (incluidos los hombres de prensa), constantemente
reciben gato por liebre.
Dios nos guíe en el repechaje.