SAN LORENZO PIDE AUXILIO

(Piura, 06 julio del 2015)

Luis Gulman Checa

Asombrado veo la carátula de “Semana” de “El Tiempo” de la víspera, informándonos que San Lorenzo, la Colonización Agrícola que fuera modelo mundial más de medio siglo atrás, está destruida:

¡SOS  LANZA
SAN LORENZO!
Necesita rehabilitación urgente

La información culmina con el  llamado formulado por David Cruz Córdova, presidente de la Junta de Usuarios de San Lorenzo, a las autoridades del Gobierno Regional de Piura y del Gobierno Nacional para:

Apoyar las gestiones que se realizan con el objetivo de lograr, no solo la rehabilitación de la estructura de riego de San Lorenzo, sino también para hacer realidad los proyectos Vilcazán y el levantamiento del aliviadero de Maray que permita almacenar cada año un mayor volumen de agua.

Sin duda todas las personas de bien - entre las que me incluyo - como también los señores gobernantes, desean que los responsables de San Lorenzo tengan éxito y consigan en el sistema bancario los recursos que necesitan para reparaciones urgentes  derivadas de su permanente falta de mantenimiento, descuido y/o irresponsabilidad.  

¿Qué diferencia hay entre un “colono” y un agricultor del Alto Piura? Ninguna, ambos, para regar, dependen de costosas obras de infraestructura. Las de San Lorenzo las conocemos,  fueron construidas por el Estado y entregadas a los usuarios para disfrutarlas y, se supone, mantenerlas. Las del Alto Piura se denominan Pozos Tubulares, en razón que el reservorio es natural y no se ve a simple vista por ser subterráneo. Sin embargo, esas sufridas personas, con su peculio y sin mendigar regalos de nadie, deben perforar, equipar, operar (gastando en petróleo o energía eléctrica permanentemente) y mantener pozos y equipos.







Me pregunto:

¿Por qué “Semana” publica tremendo informe sobre San Lorenzo, donde medran cientos de personas que ya fueron grandemente favorecidas/bendecidas por el Estado  gozando  de muy buen posición económica, apoyándolos, entre líneas, para que el Estado, una vez más, les regale dinero?

Finalmente, pregunto a usted, estimado lector:


Si el Estado oyera los lloriqueos de estos frescos e irresponsables, ¿acaso no tendría, en primer lugar, que atender los pedidos, reclamos y/o necesidades de cientos de miles de ciudadanos a los que nuca les regaló nada, y, por ejemplo, repararles sus vehículos de servicio público y/o sus moradas?