¿BUENA O MALA NOTICIA?

 

(Piura, 19 enero 2022)

 

Luis Gulman Checa

 

Me refiero a la difundida en portada de la edición de “El Tiempo” de la fecha revelándonos que los peruanos habríamos sido presas de un afán incontenible por servir al prójimo, sacrificándonos al extremo en pro de hacer la vida más placentera a la población asumiendo el cruel, aterrador y pesadísimo trabajo de liderar las municipalidades:

 

El distrito más disputado

 

En la región Piura, Veintiséis de Octubre es la alcaldía más deseada y al menos DOCE precandidatos podrían ser los postulantes oficiales a este sillón municipal.

 

Sin embargo, a la luz de lo que viene sucediendo en el país  referido al desastroso desempeño de la mayoría de quienes fueron elegidos durante los últimos procesos para ocupar tales cargos, hasta un pollino entiende que la gran mayoría de aspirantes son movidos por el afán de prenderse de la ubre pública por largos cuatro años en el entendido que son honrados, por cuanto, los cuatreros camuflados (como los de nuestras serranías) aspiran a mucho más: rapiñar el erario para cargar sus bolsillos.

 

Preguntémonos cuán larga sería la lista de precandidatos si el cargo se desempeñara ad honorem, es decir sin sueldo y, a lo sumo, recibiendo una módica suma por concepto de dieta por cuatro reuniones mensuales del pleno.

 

Para comenzar, los aspirantes serían personas jubiladas o auto suficientes económicamente, es decir, con una respetable y conocida ejecutoria de vida además de experiencia, confirmación de lo cual la tenemos en el desempeño de los alcaldes de antaño cuando eran designados y las entidades no se habían convertido (como sucedió a partir de las elecciones) en guaridas reventando de personal ignaro e inútil al haber sido  las planillas prostituidas por tanto incalificable que fue elegido.

 

Además, curiosamente, en aquellos tiempos las ciudades eran vivibles y ordenadas, situación que empezó a deteriorarse hasta alcanzar el caos y desorden actual a pesar que las municipalidades cuentan con herramientas flamantes, como, por ejemplo, el Serenazgo (que no es chicha ni limonada), compitiendo con la PNP, antaño única responsable de mantener el orden.

 

Siendo pasible de ser tachado de obcecado, no logro entender cómo no somos capaces de entender que, de continuar por el camino de las elecciones para designar autoridades locales y regionales, tal y como lo acaba de ratificar el proceso para elegir al presidente de la República, terminaremos reventados en el fondo del foso.