GUERRA PERDIDA
(Piura, 18 enero 2022)
Luis Gulman Checa
La llamada “Guerra contra las drogas” no solo
nació muerta sino que, además de implicar inútil derroche de recursos públicos,
cada día es más oprobiosa para el Estado, como lo demuestra fehacientemente el
último y reciente revés sufrido por las fuerzas del orden a manos de los narcos
aliados con poblaciones, sin duda en claro maridaje con aquellos, según la
triste portada de la edición de “Correo” de la fecha:
“NARCOS” EMBOSCAN A POLICÍAS.
Agentes antidrogas de Piura habían incautado 200 kilos de
cocaína, pero cuando estaban trasladando la ilegal mercancía, fueron atacados.
Los narcotraficantes quemaron los vehículos policiales,
recuperaron el estupefaciente y robaron siete pistolas y dos AKM.
¿Puede imaginarse ignominia mayor para la PNP y
el propio Estado peruano?
Es sabido que
las guerras auténticas generan gran cantidad de muertos y en muchos
casos han sumado millones de pobladores de los países agredidos. Sin embargo,
en esta caricatura de guerra contra las drogas no solo no hay bajas sino que
los supuestos asolados, inermes e indefensos, propinan vergonzosas palizas a
los ¿invasores?: los desarman, despojan,
apalean, maniatan y reducen a cenizas
los figurados tanques de guerra en que se movilizan.
Una pregunta que obviamente debe formularse
quien se entera de tremendo descalabro, sería la siguiente:
¿Acaso las dos AKM
(ametralladoras) y las siete pistolas estaban de adorno careciendo de munición?
Habida cuenta que no hubo ni un occiso de la
coalición narcos-pobladores, es obvio que los policías no repelieron el ataque,
por cuanto, si lo hubieran hecho cumpliendo con sus deberes y
responsabilidades, los titulares informando de los hechos hubieran sido m/m así:
BRUTALIDAD Y ABUSO
POLICIAL
Criminales policías asesinaron 38 personas inocentes que
protestaban, pacífica y ordenadamente, por el despojo sufrido por abnegados
emprendedores.
La proscripción de la producción y venta de
drogas (cocaína, mariguana, etc.) es tan irracional como sería, por citar un
solo ejemplo, penalizar el ejercicio de la prostitución, pues, ambas
limitaciones atentan, o atentarían, contra la libre determinación de las
personas. Así, entonces, a la luz de los desastrosos resultados que viene
generando la mal llamada “Guerra contra las drogas”, ocasionando crímenes y
caos por doquier, debería propiciar que quienes tienen la “sartén por el mango”
abran los ojos, recuerden lo sucedido durante las dos décadas de vigencia de
“La Ley Seca” el siglo pasado en Estados Unidos, y, abriendo la puerta para que
cada quien se eche entre pecho y espalda la porquería que desee, dejen sin
efecto tan irracional prohibición matando, en el término de la distancia, el
fabuloso negocio que es hoy por hoy.
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