M A L V E R S A C I Ó N

 

(Piura, 24 enero 2022)

 

Luis Gulman Checa

 

Hojeando “La Hora” de la fecha mientras me lustraban los zapatos, me informé de una clara malversación perpetrada por el GORE, por cuanto, próximamente, convocará una licitación por 30 millones de soles para reparar aceras, calles y avenidas de la urbanización Miraflores.

 

Recordando que malversar no define únicamente el hecho que un funcionario se meta al bolsillo recursos del erario sino también cuando un ente dedica tiempo, esfuerzo y recursos a una tarea que no le compete, en el caso comentado, estando vigente y operativo el gobierno local del distrito de Castilla, resulta natural preguntarnos lo siguiente:

 

¿Por qué diablos el GORE usurpa funciones de la municipalidad malversando tiempo y dinero?

 

Cuando, en la época del “Cholo de Acero” los departamentos, en el papel, se tornaron regiones en el entendido que implicaba una auténtica descentralización, especialmente en la toma de decisiones priorizando las tareas/obras más urgentes de acuerdo a la opinión de los, antaño, oprimidos y abusados provincianos; surgió una luz de esperanza dado que íbamos a ser los piuranos los dueños de nuestro destino.

 

Así, los optimistas pensamos estar ad portas de conseguir grandes logros en beneficio de todos nosotros, en especial favoreciendo a las zonas ancestralmente marginadas como nuestras serranías. Por ejemplo, quienes hemos tenido la suerte de transitar las carreteras de nuestro vecino del norte, Ecuador, imaginamos que muy pronto podríamos viajar cómoda y seguramente por la sierra de Piura admirando sus bellos paisajes y descansando en los varios hoteles brotados cual hongos tras la lluvia conforme fueran multiplicándose las carreteras de primer nivel.

 

Digresión:

 

A mediados de los 80 del siglo pasado en una visita a Cuenca, conversando con un pariente lejano por Eguiguren me dijo lo siguiente: “Yo conocí el asfalto cuando, en 1958, entré a Tumbes en el viaje promocional a Lima”.

 

También, acercándonos a nuestros vecinos del sur, lambayecanos y liberteños, con envidiables museos los primeros y una ciudad precolombina de adobe los segundos, deviniendo en puntos de destino turísticos de nivel mundial; pensamos, ingenuamente,  que la puesta en valor de Aypate era inminente.

 

Sin embargo, para nuestra desgracia y/o por haber votado con los pies en vez de usar el cerebro, no solo no conseguimos logro alguno sino que, imitando al cangrejo, nuestra nivel de vida se pauperizó

Finalmente, hablando claramente,  una reflexión respecto a que el Estado malverse recursos corrigiendo desastres ajenos, por cuanto las urbanizaciones, todas ellas, son emprendimientos privados, ergo, deben bailar  con su propio pañuelo, tan igual, por ejemplo, cuando una persona abre una cebichería y el negocio fracasa. ¿Acaso el Estado acude a socorrerlo, por ejemplo, construyéndole un parque al lado para hacer el local más atractivo?