CUESTA ABAJO SIN FRENOS

 

(Piura, 03 enero 2022)

 

Luis Gulman Checa

 

Tal es la terrible situación que viene atravesando nuestro abusado, saqueado y asolado Perú  por la simple y fatal razón  que, a pesar de haber  celebrado recientemente  dos siglos de existencia como Nación; las leyes, normas y dispositivos, que debieran cumplirse a rajatabla, son ignorados y violados a vista y paciencia de las ¿autoridades? coadyuvando así a elevar el caos, desorden y rapiña al  mismísimo infinito.

 

Prueba de lo afirmado son los punibles, delincuenciales y criminales hechos acaecidos los últimos días en el antaño oasis llamado “La Esmeralda de Colán”, devenido en las últimas décadas debido al ¿maldito? progreso (carreteras, energía eléctrica pública)  en un desordenado conglomerado en el que imperan el caos y la falta de respeto al prójimo, prueba de lo cual son tanto los ruidos insoportables brotando por doquier como la basura que infecta todo el ámbito.

 

¿Qué hecho delictuoso acaba de producirse en Colán?

 

Que, zurrándose no solo en las normas sino también en la vida y la salud de las personas, unos sujetos organizaron y llevaron a cabo varias FIESTAS con ocasión del advenimiento del nuevo año, hecho que toma otro cariz cuando en el lugar existe un puesto de la PNP, entonces, no nos queda sino preguntarnos si la INACCIÓN de los policías se debió a que no tuvieron conocimiento de los hechos o, por lo contrario, por razones que cada uno deducirá, permitieron se llevaran a cabo los citados criminales eventos.

 

Siendo ignaro en temas legales pero haciendo uso de mi sentido común, me pregunto si no corresponde al Ministerio Público meter su cuchara para dilucidar cómo fue posible la perpetración de hechos tan punibles buscando identificar tanto a los promotores como a las ¿autoridades? que incumpliendo sus deberes y traicionando sus juramentos de cumplir leal, honesta y permanentemente sus deberes para con la patria, deliberadamente permitieron tales atropellos.

 

Solo Dios sabrá cuantas personas,  a raíz de los citados atentados contra la salud y la vida, caerán presas del maldito Covid, serán internadas UCIS, intubadas o, Dios no lo quiera, enterradas o incineradas.