CONSEJO PARA DOÑA AMALIA

 

(Piura, 14 septiembre 2021)

 

Luis Gulman Checa

 

Me refiero a la dama a cargo de la - cacareada e inútil - ARCC, quien acaba de manifestarse públicamente respecto al futuro accionar del gobernador;

 

El gobernador debe entregar 30 proyectos para asegurar su ejecución por reconstrucción.

 

Titular de la ARCC cuestiona lentitud en el Gobierno Regional hasta para pedir asistencia técnica y ejecutar obras que reclaman alcaldes.

 

De primera intención me viene a la mente la siguiente reflexión:

 

¿De qué planeta habrá descendido a la tierra la citada doña cuando (teniendo el deber de cautelar el buen uso de los recursos del Estado), demostrando desconocer la triste y oprobiosa realidad que nos acogota, recomienda encargar a gobiernos locales la ejecución de obras públicas?

 

Debemos suponer, desde que se le ha encomendado semejante responsabilidad, que doña Amalia conoce los intríngulis de la Obra Pública, por lo que no debería ignorar que las municipalidades, muy mayoritariamente, no están capacitadas para tarea tan complicada (cuando se pone en manos de ignaros), prueba de lo cual es tanto el interminable listado de obras truncas y abandonadas como la gran cantidad de alcaldes y afines presos y/o procesados.

 

Cuando se creó la ARCC, imaginé que se trataría de un imaginario Hércules capaz de llevar a cabo todas las obras de la (mal y demagógicamente) llamada Reconstrucción con Cambios.  Sin embargo, tras largos años de existencia y tantos “genios” a cargo que ya olvidé el número, su inopia quedó demostrada y consentida. En resumen, otra tremenda metida de pata imitando la perpetrada años atrás a raíz del terremoto que asoló Pisco el año 2007, cuando el mandatario de turno inventó una comisión encargada de la reconstrucción comandada por uno de sus “patas”, que de obra pública no sabía ni michi.

 

Le sugiero a doña Amalia darse una vuelta por la antaño ordenada y vivible ciudad de Piura para que  constate, con sus propios ojos y oídos, el caos, desorden y suciedad imperantes por única culpa y responsabilidad de la inútil autoridad municipal. Entonces, me atrevería a sugerirle, respetuosamente, reflexionar sobre lo siguiente:

 

Un ente incapaz de cumplir sus simples y elementales deberes, ¿estará capacitado para ejecutar obras públicas?