D I S C R I M I N A C I Ó N

 

(Piura, 20 septiembre 2021)

 

Luis Gulman Checa

 

Siendo el Perú un Estado Unitario donde la autoridad y las normas rigen a lo largo y ancho de todo el territorio, me llamó grandemente la atención constatar que en la ciudad de Chulucanas, cuyas veredas son causa de envidia para quienes vivimos en la ciudad de Piura, los conductores de motocicletas no usan los obligatorios cascos protectores de las testas.

 

Sabemos que años atrás éstos no estaban en boga como tampoco, por ejemplo, la obligación de circular en vehículos de cuatro ruedas con los cinturones de seguridad protegiendo el cuerpo. Sin embargo, desde tiempo atrás se determinó que, quienes circularan en motocicletas, obligatoriamente tenían que usar los citados cascos.

 

Dicha medida no es abusiva ni antojadiza, todo lo contrario, desde que su razón de ser es proteger la vida de quienes se arriesgan a trepar en estos vehículos peligrosos e inestables, por lo que  existen muchas probabilidades de terminar en el suelo. Así, entonces, es entendible proteger lo más valioso del ser humano: el cerebro.

 

En consecuencia esta medida de prevención es similar al uso obligatorio de las mascarillas para protegernos del Covid, la que sí cumplían los viandantes que observé en Chulucanas.

 

Reflexionando sobre hecho tan curioso, concluí  que solo había dos explicaciones para entender tan punible omisión:

 

Las personas de esa tierra son clones de Superman o, por lo contario, sus vidas no merecen ser protegidas.

 

Imagino que el ente responsable del cabal cumplimiento del uso de los cascos por los motociclistas es la Policía Nacional, ente que dispone de un moderno y elegante local en Chulucanas.  Sin embargo, no logré ver ni un policía durante el recorrido por la ciudad,  aunque, reitero, la ausencia de cascos protegiendo las cabezas de los motociclistas fue prueba suficiente que el comisario de Chulucanas está pintado en la pared y/o también reconfirmó que el ente responsable de mantener el orden en el territorio patrio, arbitrariamente, discrimina a los peruanos, en el caso comentado calificando, subliminarmente, a los motociclistas de Chulucanas como personas prescindibles.

 

¿Será acaso que los peruanos, como los habitantes de la India, están divididos en diferentes castas, priorizando a quienes viven en las grandes urbes en detrimento de quienes lo hacen en ciudades menores como el citado caso de Chulucanas?