POR FIN PARIÓ PAULA

 

(Piura, 05 septiembre 2021)

 

Luis Gulman Checa

 

Ha sido una desgracia para Piura y los piuranos que esta gestación haya tardado décadas, pues, si hubiera imitado a las vacas que paren a los nueve meses, hace tiempo estuviéramos en el  paraíso y no en el infierno como ahora.

 

“El Tiempo”, edición de la víspera, apareció con el esperanzador titular de portada:

 

No más improvisados en manejo del agua y agricultura regional.

 

Nunca más. Universidades, técnicos y Consejo Regional propondrán al Congreso emitir norma que prohíba contrataciones por motivos políticos.

 

Especialistas. Manejo integral de la cuenca del río Piura debe encargarse a técnicos autónomos que no dependan de los gobernantes de turno.

 

Lo rescatable del citado parto es que, al fin, un medio local relieva la importancia del agua en Piura tras haber permanecido ciegos y mudos ante el bárbaro desperdicio de la valiosa agua regulada que se viene perpetrando por décadas.

 

Sin embargo, como a veces sucede con los seres humanos, la criatura dista mucho de merecer el calificativo de sana y robusta, pues, si bien es verdad ya vio la luz, tiene una serie de taras y defectos los cuales pueden desaparecer si se les aplicara la medicina adecuada: SIMPLE SENTIDO COMÚN:

 

·         Absurdo y ridículo recurrir al Congreso para que emita ley prohibiendo contrataciones por motivos políticos. ¿Por qué? Por cuanto además de ser éste un desastre, la norma vetaría la posibilidad que un gobernante del partido Azul designe en un cargo de confianza un súper y honesto técnico integrante del mismo grupo partidario.

 

·         Si, como dice el pronunciamiento, los técnicos autónomos no deben depender de los gobernantes de turno, entonces, ¿de quién dependerán y/o quién los designará?

 

Considero que quienes están tras el citado pronunciamiento “tomaron el rábano por las Hojas” y/o “miraron el árbol y no el bosque” por cuanto su reacción, tras décadas de punible silencio, fue gatillada por la incalificable decisión de la ciudadanía del departamento al encumbrar a un absoluto incompetente (para no excederme en calificativos que merece) al cargo de gobernador.

 

 

 

Sin embargo, si bien la elección del actual parecería ser el sumun de la estupidez ciudadana, la verdad, entre muchos otros desaguisados,   el desastre de la conducción del EMBLEMÄTICO Proyecto Alto Piura, revela que siempre votamos con los pies.

 

Conclusión:

 

La lamentable situación que viene asolando nuestro departamento es de única responsabilidad de los piuranos, quienes, libre y voluntariamente, se pusieron la soga al cuello cuando acudieron a las urnas.