LAS BOLAS MUERTAS
(Piura, 07 setiembre del 2016)
Luis Gulman Checa
No, estimado lector, no se confunda, el
presente no se refiere a temas reproductivos como los que tanto preocupan a los
señores Obispos sino al deporte rey, el fútbol; denominándose así los tiros de
esquina y los tiros libres por cuanto se ejecutan con el balón detenido, es
decir, muerto.
El tema es trascendente y de actualidad, pues
en los dos recientes partidos que jugó nuestro equipo, visitando a Bolivia y
recibiendo a Ecuador, lo justo hubiera sido
adjudicarnos los 06 puntos, en cuyo caso, todos los opinólogos de dos
por medio que ya estaban demandando el despido de Careca, hubieran quedado
donde merecían; por las patas de los caballos.
El resultado obtenido en Bolivia fue uno de los más injustos que recuerde (en
más de 60 años), pues Perú pareció local al dominar, jugar y correr más que los
bolivianos. Sin embargo, dos malditas bolas muertas, el cobro
de una falta y un tiro de esquina a la expiración del partido, arrojaron un
resultado que no tuvo nada que ver con la realidad, pues ya en el primer
tiempo, Raúl Ruidíaz, desperdició una oportunidad como los bolivianos jamás
tuvieron.
El partido de ayer contra Ecuador también
acabó con marcador injusto por las referidas bolas
muertas, por cuanto el gol de la visita fue consecuencia de un tiro de esquina cabeceado a placer por
Achilier. Lo justo debió ser 2 a 0.
Por supuesto que el D, T. Ricardo Careca, que
de tonto no tiene un pelo, habrá reparado en lo manifestado y concluido que es
necesario incluir en el centro de la zaga un defensor de buena talla, pues los
nuestros, como el aguerrido y eficiente Araujo, definitivamente son chatos,
razón principal, estimo, de los goles encajados a consecuencia de tiros de
esquina.
Está más claro que el agua que Zambrano
debería ser fijo en la zaga (como Piqué en Barcelona), pero, lamentablemente,
previamente habría que trabajarle la mente por sus evidentes y permanentes
conflictos de identidad que lo llevan a ofuscarse y perder los papeles perjudicando
al equipo. ¿Acaso en el comando técnico no existe un sicólogo? Pues que haga su
trabajo corrigiendo a Zambrano.
Así como empecé refiriéndome a las bolas
muertas (del fútbol), terminaré mencionando las otras, las que algunas
personas, como es evidente el caso de Careca, las tienen bien puestas y en su sitio. No
otra cosa puede decirse de alguien que tomó
decisiones tajantes y contrapuestas a las prédicas de los sabios
y opinólogos futboleros locales (siempre veo los partidos sin
volumen evitando así oír tanta sandez),
descartando a las vacas sagradas (para mi gusto queda una por eliminar) y sacando
a la luz una pléyade de jovencitos que merecen el respeto nacional.
Ello quedó patente ayer por la noche durante
el ceremonia previa al inicio del partido cuando los jugadores se saludan, pues
varios de los nuestros, apenas sobrepasaban las verijas de algunos
ecuatorianos, sin embargo, cuando las papas quemaban se reeditaron
infinidad de escenas como la de David derribando a Goliat.
Un consejo:
CONTRATAR YA MISMO A
CARECA DE POR VIDA.