PIURA ASOLADO POR LA DELINCUENCIA

(Piura, 13 setiembre del 2016)

Luis Gulman Checa

No me refiero a los delincuentes de saco y corbata - responsables de nuestro atraso -, sino a los que trabajan poniendo en juego su vida asaltando y robando, arma en mano, a cualquier persona que haya cometido la barbaridad de salir de su  casa con más de 100 soles en el bolsillo.

Estos trabajadores del hampa, en el 99.5% de los casos, se movilizan en motocicletas para perpetrar los robos. Sin embargo, habiendo en circulación m/m 38,567 de estos vehículos en la ciudad de Piura y, siendo la gran mayoría de ellos conducidos por gente enemiga de lo ajeno; resulta imposible tratar de protegerse contra los asaltos cuidándonos o sospechando de motos cercanas por cuanto siempre tendremos  alrededor m/m 58.

Entonces, ¿cómo protegernos ante la real posibilidad de ser esquilmados por  estos trabajadores del hampa, quienes jamás caminan solos sino bien acompañados?

A partir de las informaciones que, casi cotidianamente, nos tienen al tanto de estos atracos, una medida preventiva elemental es no concurrir con su computador portátil bajo el brazo cuando se acude a un restaurante o cebichería, lo que, además de implicar una huachafería extrema, es absolutamente inútil e imán para estos delincuentes.

Otra precaución que deviene en obvia hasta para un niño, es no portar joyas, las que, además de no ser útiles para nada,   sólo sirven para ponernos en peligro, el que se acrecienta en relación directa al fulgor y valor de las mismas. Por ejemplo, esos varones que circulan ostentosamente con tremendos collares de oro en el cuello, real y literalmente están poniendo su vida en juego.

¡Los benditos teléfonos celulares! Francamente no entiendo la razón por la que son solicitados por estos trabajadores del hampa al haberse convertido en artefactos comunes y corrientes que todo el mundo lleva consigo. Sin embargo, teniendo en cuenta la avidez que despiertan en estos delincuentes, no es recomendable hacer ostentación de los mismos colocándolos en fila frente a uno cuando se acude a algún ligar público, especialmente cuando más que teléfonos, por el tamaño, parecen computadoras.

¡Cuidado con los locales de los Bancos! No cometa la barbaridad de salir de  uno de ellos con los bolsillos llenos de dinero, menos aún si estuvo - a vista y paciencia de todo el mundo - estacionado frente a una ventanilla mientras el bancario contaba y contaba billetes. Si usted cometiera tal barbaridad sin contar con una escolta personal de no menos de diez personas armadas hasta los dientes a su alrededor, existe el 97.38 % de probabilidades que lo esquilmen.

¡Los cajeros! ¿Para qué diablos retira dinero del cajero cuando está siendo espiado por mil pares de ojos? Es absurdo e irracional por una razón elemental:

Para retirar dinero del cajero necesariamente debe contar con una tarjeta con la que puede usted cancelar casi el 100% de las compras o pagos que requiere hacer, ergo, no necesita efectivo salvo para pagos menudos: comprar periódicos, lustrarse los zapatos, dar limosna a la viejita de su simpatía, comprar un par de paltas a la salida del súper, etc., en consecuencia, basta y sobra con retirar 40 o 60 soles del cajero teniendo el cuidado de airear  los billetes para que los marcas constaten que usted no es un cliente atractivo.

Precaución indispensable de acuerdo a las últimas informaciones:

Cuando acuda a un restaurante, especialmente de noche, no lleve consigo documento alguno, a excepción de la tarjeta con la que pagará la cuenta y no le servirá de nada al choro que se la arrebate. Es aconsejable, por si acaso, llevar entre la media y el zapato, una copia del DNI como también la llave para abrir la puerta de la casa.


¡SUERTE!