REFERÉNDUM PARA EL CARDENAL
(Piura, 17 setiembre del 2016)
Luis Gulman Checa
Nuestro Cardenal, Juan Luis Cipriani, cabeza
de la Iglesia Católica del Perú, lejos de circunscribirse a cumplir con sus
deberes como tal, es decir, dedicarse en cuerpo y alma a lograr que los
católicos, una vez abandonemos este valle
de lágrimas, disfrutemos de la dicha eterna al lado de nuestro Creador; actúa y
se desenvuelve como un ciudadano común y
corriente participando, activamente, en la vida política del país, emulando,
por ejemplo, a individuos como Marco Arana, Alejandro Toledo y tantísimos otros
de similares características.
En realidad y para ser justos, debe generar
la envidia de muchísimos individuos que viven de la política, disponiendo cada
sábado de una hora en la principal radioemisora del país por su cobertura, despachándose a su gusto desarrollando temas mundanos
de actualidad.
Últimamente ha propuesto someter a referéndum dos asuntos terrenales, es decir,
recordando a Cristo, de competencia del César. Se trata del reparto
gratuito de la píldora del día siguiente para evitar embarazos abatiendo el
explosivo incremento poblacional y el matrimonio entre personas del mismo sexo (que considero aberrante).
Con esta declaración, el Cardenal, con todo
derecho y dentro del marco de la absoluta libertad de expresión y opinión
imperantes en el Perú, ha puesto en el tapete la conveniencia que seamos todos
los ciudadanos quienes decidamos si ambas prácticas se convalidan o rechazan,
al considerar que asuntos de tal trascendencia no deben quedar en manos de 130
individuos por más congresistas elegidos que sean, más aún cuando cualquiera
sin mérito, capacidad ni preparación
alguna, puede alcanzar tal condición.
Emulándolo, también propongo realizar un referéndum
para que los peruanos manifiesten su apoyo o rechazo al comportamiento de la
actual cabeza de la Iglesia Católica por su claro y explícito comportamiento
como político en campaña antes que pastor de las ovejas del Señor, que,
se supone, le compete.
Obviamente, al actuar él como político que
busca influir sobre toda la ciudadanía, el referéndum propuesto no debiera circunscribirse
a los católicos sino contar con la
participación de todos los peruanos, habida cuenta que trata asuntos ajenos a su función como pastor.
Como las probabilidades que esta propuesta se
concrete son de una en mil millones, reflexione, estimado lector, cómo votaría.