CONFIRMADO: ¡ELECCIONES REGIONALES Y LOCALES SON UNA LACRA!

(Piura, 27 diciembre del 2016)

Luis Gulman Checa

En la edición de “El Tiempo” de la víspera apareció una entrevista al alcalde de Castilla, Luis Ramírez Ramírez - quien, como es usual en nuestra tierra,  no es castellano y ni siquiera piurano, sino del distrito de Bolívar, provincia de San Miguel, departamento de Cajamarca y sobrino de Fidel Ramírez, propietario de la “universidad” Alas Peruanas -, cuya lectura me permitió reconfirmar mi firme convencimiento que mientras elijamos nuestras autoridades, continuaremos sumidos en el caos y el atraso.

Digresión: ¿Cuántos alcaldes piuranos habrá en el departamento de Cajamarca?

Obvia y naturalmente, al discrepar de la elección, estoy optando por la designación - como antaño - por parte del gobierno nacional.

Qué manifestó el declarante, electo alcalde distrital de Castilla:

Admito que, a pesar de haber sido elegido por el mismo partido (del alcalde provincial de Piura y del gobernador regional), UDN, HASTA AHORA NO HE PODIDO REUNIRME técnica ni políticamente con los alcaldes de Piura, veintiséis de octubre, MENOS CON EL GOBERNADOR REGIONAL.

Entonces, no es necesario ser un genio para deducir que las Agrupaciones Políticas, Movimientos Regionales o como quiera denominarse a los conglomerados armados entre gallos y media noche para postular en dichas elecciones, son un cascarón vacío con  un solo objetivo: aupar a un interesado al margen de sus capacidades, intenciones y/o conocimientos.

Para reconfirmar lo expresado ut supra, el propio declarante alcalde distrital de Castilla, en las elecciones anteriores del 2010, postuló como candidato del movimiento regional Obras + Obras. Así pues, aquí de lo que se trata es de auparse, encaramarse, tomar el poder. Sin embardo, siendo realistas, preguntémonos:

¿Cuántos de estos aspirantes estarán, real y únicamente, imbuidos del ánimo de sacrificarse para servir a sus conciudadanos guiándolos al desarrollo?

Mi respuesta,  monda y lironda:

Sin duda habrá, pero, hallarlo, debe ser tan arduo como encontrar una aguja en un pajar.