HILBCK / BERTINI = FUJIMORI / MONTESIMOS?
(Piura, 05 diciembre del 2016)
Luis Gulman Checa
Preciso, para evitar interpretaciones erradas,
que, con respecto a la segunda dupla, no estoy aludiendo a su contubernio para
delinquir, como quedó claramente demostrado por las tantas pruebas que salieron
a la luz, al extremo que ambos fugaron
escandalosamente del Perú; sino a las extraordinarias facultades y libertad de
acción que AFF otorgó a VMT, situación que se estaría repitiendo en el GRP, donde
el real jefe sería Carlo Bertini.
Pocos días atrás conversando con allegados
respecto a la lamentable situación que afronta la gestión del Alto Piura,
formulé la siguiente pregunta:
¿Qué decía Alberto
Joo de la posición de Reynaldo?
La respuesta me dejó estupefacto:
Nunca habló con
Reynaldo, solo con Bertini.
Posteriormente, en otra conversación en un
círculo diferente, pregunté:
¿De dónde salió el
Ing. Silva, gerente del PECHP?
La respuesta me catapultó a escribir el presente:
Es un hombre de
Bertini que antes trabajó en el PETT y, en la gestión de Atkins, cuando Bertini
aún no había roto con él, lo puso en el PECHP como director de Desarrollo
Agrícola, de donde salió tan luego se produjo la ruptura Atkins/Bertini.
Habida cuenta la desastrosa situación que
asola a Piura, prueba irrefutable de que nuestras autoridades son probadamente
incompetentes, aunada a la presencia pública de los señores Atkins, Hilbck y
Bertini, cuyas relaciones bien podrían servir de base para el guion de una
telenovela, ¿acaso no deberíamos preguntarnos si no son más que títeres movidos por
algún titiritero?
Repasemos los hechos:
Primero: Javier Atkins y
Carlo Bertini eran uña y carne, al extremo que éste ejercía la gerencia general del
GRP, ergo, contaba con toda la confianza de Javier. Sin
embargo, un día, abrupta e intempestivamente, Bertini fue llamado al despacho
de Javier, se oyó una disputa y, un par de horas después, salió la Resolución
cesando a Bertini del cargo.
Segundo: Javier y Reynaldo
eran más que íntimos y se tenían gran confianza, como lo demostró que el
segundo ocupó el crucial cargo de presidente del Consejo Directivo del EMBLEMÁTICO PEIHAP. Sin embargo, tal
como había sucedido antes con Bertini, se produjo la instantánea ruptura Atkins
- Hilbck, al extremo que éste decidió (o
alguien lo hizo decidir) que postularía a la presidencia del GRP con el
siguiente slogan: EN LA HONESTIDAD ESTÁ EL CAMBIO, ergo, hasta un “burro”
entendió que estaba acusando a Javier de deshonesto.
Tercero: Logrado el objetivo
que se propuso Reynaldo y asumida la presidencia del GRP, cual Lázaro, resucitó
Carlo Bertini, con la enorme diferencia que Reynaldo, por más cariño y simpatía
que pudiera inspirarnos, no es Jesucristo.
Si el presente estuviera m/m ajustado a la
realidad, me pregunto:
¿Estarán los
antepasados de Reynaldo revolviéndose en sus tumbas al verlo en manos de un
titiritero?