“MELCOCHITA”: ¿SALVADO POR EL PODER JUDICIAL?
Piura, 26 diciembre del 2016
Luis Gulman Checa
Cada vez me convenzo más que primero
desaparecerán todos los gallinazos del firmamento antes que la prensa se torne
objetiva, seria y veraz.
Me refiero a un hecho simple e intrascendente
que, para su infortunio, protagonizó el conocido personaje del epígrafe, cuando
conducía su vehículo acompañado de su familia a la altura de Paiján, deviniendo
en un occiso y un herido.
Aclaro y preciso, para quienes pudieran
horrorizarse por calificar de intrascendente la muerte de una persona, que a estas alturas
de la vida es absurdo hacer
tanto escándalo por un occiso, cuando morir no solo es tan natural
como nacer sino que todos y cada uno de
nosotros pasaremos por tal trance en
circunstancias impredecibles.
Por supuesto que la intrascendencia está
referida a la opinión pública del país mas no a los deudos del occiso
quienes, como todas las personas que hemos pasado por trances similares,
deberán asumir, aceptar y sobrellevar su pérdida.
¿Es justo y tolerable que el infortunado conductor del
vehículo mayor haya sido maltratado, cual vulgar delincuente, por haber sido
parte de un lamentable accidente?
Reflexionemos sobre el asqueroso cliché usado
hasta el hartazgo por los medios cuando suceden situaciones como la comentada:
El occiso, que
transitaba en su triciclo por la
carretera en horas de la noche llevando unos míseros palos de leña recolectados
en el campo, cuya venta le permitía obtener los recursos para mantener a sus 11
hijos menores de edad, fue arrollado por la ostentosa y valiosa camioneta 4 x
4, con lunas polarizadas, aire acondicionado y asientos de cuero, que circulaba
a EXCESIVA velocidad.
Empezando por el final de la rastrera reseña
señalada ut supra:
·
¿Cómo
diablos sabía el reportero que la velocidad era excesiva?
·
Avanzar
a 80 km/hora (vehículo casi detenido), ¿acaso no bastan para arrollar y matar a
quien empuja un triciclo sin luces por la carretera?
·
¿Es
cuasi delincuencial conducir un vehículo como el descrito?
·
¿Será
aceptable, en un país auténtico, que por las carreteras circulen triciclos,
mototaxis o moto furgones?
La real
responsabilidad de estos accidentes, más
que en los protagonistas, recae en las autoridades que incumplen su deber de hacer cumplir las normas.
¿Está usted enterado, estimado lector, que
nuestro ordenamiento legal PROHIBE la
circulación de moto taxis y moto furgones por las carreteras; como también que
todos los vehículos que transitan por las mismas, aún en el día, deben hacerlo
con las luces bajas encendidas; o que es obligatorio que los vehículos de toda
clase que circulan en horas de la noche deben contar con sus luces, tanto delanteras
como de peligro, en perfecto estado de funcionamiento?
Fatalmente en el Perú, tan igual como los
arroceros se zurraron en los programas y sembraron más de lo que debían
provocando el colapso de los reservorios, gran cantidad de “conductores” se zurran en
estas normas creando las condiciones propicias para que sucedan
accidentes.
Si lo expuesto líneas arriba estuviera m/m
ajustado a la realidad:
¿Acaso no es la PNP,
por indolente/incompetente/irresponsable la gran culpable de que sucedan tantos
accidentes de esta naturaleza?
Me abruma la vergüenza ajena cuando observo
policías, hombres o mujeres, denigrando
el uniforme que lucen cuando miran hacia otro lado o hablan por sus teléfonos
celulares cuando, en horas de la noche y frente a sus narices circulan moto taxis,
motocicletas y automóviles ciegos y/o tuertos.
Pregunta obvia y que cae de madura:
¿Por qué, en estas
situaciones, los medios solo se preocupan si el conductor del vehículo mayor
tenía alcohol en la sangre y no inquieren cuál era el estado del occiso?