KENJI: LEGÍTIMO SUCESOR

(Piura, 18 diciembre del 2016)

Luis Gulman Checa

Con sorpresa y beneplácito he tomado conocimiento de sesudas, ponderadas, inteligentes y oportunas declaraciones de Kenji Fujimori; referidas a la censura del ministro de Educación, Jaime Saavedra, apadrinada tanto por la recua de su hermana Keiko como por los cuatro gatos que indebidamente navegan bajo el estandarte del auténtico partido aprista.

Kenji, con tales declaraciones, ha echado  por tierra el estereotipo que de él se había difundido, demostrando que, lejos de ser  deficiente mental, es una persona pensante, con gran capacidad tanto de razonamiento como de expresión:

“Lamento que se haya tenido que llegar a estos niveles de confrontación política. Como todos sabemos, la confrontación no le hace bien al país, lo único que hace es generar más incertidumbre y por supuesto no ayuda a levantar la economía”

Señor Dios Nuestro:

¿Qué sucedió, cómo pudiste descuidarte tanto de permitir que sea la irracional, irascible y cuasi anti peruana Keiko quien tomara el “estandarte” del padre en vez del mesurado, inteligente y auténticamente peruano Kenji?

Para reconfirmar su posición, Kenji añadió:

“No creo en la confrontación y eso creo que ustedes lo están notando. Cada uno ha tenido su punto de vista (está precisando la abismal diferencia entre su pensamiento y el de su desenfrenada hermana), su forma de expresar su malestar. El mío ha sido tratar de reducir el ruido político”

La confrontación está plantead: Kenji, pública y claramente, ha precisado el abismo conceptual que lo separa de Keiko,   abriéndose el esperanzador horizonte - para los peruanos de bien - que quienes integran la recua de Keiko, que actúan, opinan y votan según ella ordena,  como las acémilas  que,  con la mirada en el piso siguen las órdenes del arriero; se saquen del cuello la reata que las mantiene uncidas y subyugadas  a la voluntad de la hija y, si tuvieran un adarme de dignidad y peruanidad, sigan el camino que ha trazado el auténtico y digno sucesor.


¡ARRIBA EL PERÚ! ¡FUERA KEIKO! ¡VIVA KENJI!