A C L A R A C I O N

 

(Piura, 29 octubre 2021)

 

Luis Gulman Checa

 

Me refiero al artículo subido el día de ayer sobre el antiguo local del Colegio San Miguel donde perpetré una  omisión en el siguiente párrafo:

 

… siendo útil solo para mantener a gran número de ignaros/corruptos/incompetentes sangrando el erario….

 

Si bien es cierto al decir “gran número” queda sobreentendido que no estoy descalificando a la totalidad de servidores del GORE entre los cuales hay muchos dignos e idóneos, es innegable que la politización, al establecer la elección de los mandamases, hizo que fueran accediendo a la planilla muchos incalificables como premio por su actividad proselitista. Así, por ejemplo, algún elegido cometió el pecado de proporcionarle una teta pública en un ente, teóricamente, técnico y especializado, a un prolijo pintor de eslóganes.

 

Esta lacra, obviamente, no es exclusiva del GORE, como queda patente, por ejemplo,  con la monstruosa burocracia que ha contaminado la Municipalidad Provincial de Piura, triste realidad que también obliga a pensar que requiere, urgentemente, una radical poda de la planilla para que pueda empezar a cumplir sus funciones:

 

Servir a la comunidad y no estafarla tragándose los presupuestos manteniendo gran cantidad de inútiles e ignaros.

 

Tal no es la única aclaración, pues, el último párrafo, en el cual declaro mi asombro porque haya postores para dirigir el GORE, al que califiqué de “centro de pudrición”, podría generar suspicacias por cuanto yo mismo, el año 2010, postulé a tal cargo. Así, algún desavisado pensaría: está escupiendo al cielo.

 

Sin embargo, consideremos que en aquella lejana fecha la entidad no estaba ni por asomo tan putrefacta como lo está ahora  (por ejemplo no se había concretado, aunque estaba en marcha, el descomunal robo aprovechándose de los sufridos alto piuranos), ni, tampoco, se habían producido hechos como los actuales, entre ellos, traer un gerente general foráneo que está preso por los, presuntos, desmanes perpetrados abusando de su cargo.

 

Sin embargo, la razón por la que postulé - además de las exitosas gestiones en todos los entes públicos que habían estado a mi cargo - fue un deber moral, pues, habiendo colaborado, ad honorem, con la presidencia logrando objetivos concretos como, por ejemplo, la viabilidad del Proyecto Alto Piura, me constaba que la honorabilidad no reinaba en el manejo del organismo, razón por la que, luego de lograr la aquiescencia de personajes capaces y probos para que ocuparan los cargos más importantes de la entidad, lancé mi postulación.

 

 

Termino precisando que fue una desgracia, para Piura y los piuranos, que el formidable EQUIPO que me acompañaba no obtuviera el favor de la masa ciudadana, ratificando así, una vez más, que el atroz mal que nos tiene sumidos en el atraso es dejar en manos de la población la elección de autoridades locales y regionales, pues, de haber sido elegido, no solo el río Huancabamba estuviera complementando el riego del valle del Alto Piura desde años atrás sino que el departamento de Piura no presentaría la calamitosa situación actual.