OLLANTA: ¡POR FAVOR, ENAMÓRAME A LA CHICA!
(26 marzo del 2015)
Luis Gulman Checa
El presente no se refiere para nada a
alcahuetería o proxenetismo, sino al monótono y reiterado reclamo de los
“inversionistas” y/o de sus apologistas “paniaguados” culpando al gobierno por
el freno que ha sufrido la economía, según dicen, por la retracción de las
inversiones ante la incuria, incapacidad y falta de apoyo del gobierno.
¿A qué se referirán al esgrimir la falta de
apoyo? Por ejemplo, hablando de lo nuestro: los ricos y probados yacimientos de
Río Blanco en Ayabaca y Huancabamba. ¿Acaso desean o exigen que el gobierno
envíe 15,000 soldados debidamente pertrechados y armados hasta los dientes para
que eliminen a todos quienes se oponen a la explotación de los mismos sea por
la razón que fuere?
Por cuanto, si no fuera ello lo que desean,
personalmente no entiendo cómo debe interpretarse la falta de apoyo, pues,
hasta donde tengo entendido, no ha sido variada ni derogada ninguna de las leyes
vigentes durante el tan cacareado “milagro peruano”, el que,
recordemos, llevó al inefable AGP a declarar, orondo como siempre, que el Perú
estaba ad portas de ingresar al primer mundo. Con todo respeto, estimados
lectores, ¡Qué tal concha la del ñaño!
Considero que los “problemas” que afrontan
los inversionistas son generados por ellos mismos, al ser incapaces de “mirar”
adecuadamente el contexto dentro del cual deben realizar sus actividades, en
especial costumbres e idiosincrasia de
las poblaciones concernidas. En general, creo, su soberbia, sea congénita o
adquirida por el engrosamiento de sus bolsillos, los hace sentirse superiores a
los “cholitos” o “serranitos” ¿sucios e ignorantes? con quienes están obligados
a conversar y ponerse de acuerdo antes de realizar actividades exploratorias
y/o extractivas.
Tal actitud no deja de ser entendible porque
bien pueden razonar así:
¿Cómo es posible que esta gente, sumida en la
pobreza y muerta de hambre, en vez de recibirme con los brazos abiertos porque
conmigo tendrán trabajo y mejorarán su
nivel de vida, se oponga a mi presencia?
El razonamiento es válido y tienen razón,
pero, asimismo, deben pensar que nuestro país vive envuelto en mil
contradicciones alentadas por posiciones absurdas y poco serias provenientes de
todos los frentes.
Analicemos la actitud de un renombrado
periodista como es César Hildebrandt, la que puede sintetizarse así:
·
Es
anti chileno a muerte y está advirtiendo, con razón, que Chile está
engulléndose al Perú
·
La
principal fuente de riqueza de Chile está constituida por la explotación de sus
recursos mineros, a lo que allá no existe mayor oposición.
·
Basta
ver el mapa de Sudamérica, para concluir que los recursos mineros peruanos
superan por mucho a los chilenos, sin embargo, ellos producen mucho más que
nosotros y, también, son grandes exportadores de productos agrícolas, ergo,
ambas actividades conviven.
·
Entonces,
siendo ello así, ¿cómo es posible que César Hildebrandt no solo sea furibundo
anti minero en el Perú sino que denoste de destacados líderes empresariales
mineros tal y como si fueran delincuentes?
Por ello podemos llegar a la siguiente
conclusión:
Ollanta o la pareja presidencial, como
prefieran los anti peruanos, no son los responsables de nuestros males.