POBRE PIURA

(Publicado en diario “El Tiempo” del 18.03.2015)

Luis Gulman Checa

Casualmente acabo de enterarme que la universidad chimbotana, la misma que, increíble y ¿graciosamente? logró licencia municipal para instalarse a pocos metros de la Plaza de Armas, recientemente adquirió un terreno en la cuadra 06 de la calle Lima, antaño la más señera de Piura, signado con el 616, al lado de la Iglesia de San Francisco, con frente también a la calle Callao, obviamente para ampliar sus instalaciones. Es decir, mientras el sentido común y la práctica general indican que estos establecimientos deben asentarse en los extramuros de las ciudades, nuestras autoridades ¿piuranas? les permiten ubicarse en el centro.

Si nuestros antepasados resucitaran y vieran cómo estamos, sin duda preferirían volver a morirse de inmediato porque no soportarían ver lo que hacemos sus descendientes,  pues, a diferencia de ellos que se regían por otra escala de valores, ahora, somos capaces de empeñar a nuestra propia madre por unos centavos,  dicho figurativamente.

En tal terreno se levantaba una casa más de las tantas de la familia Eguiguren, la que, desde que  adquirí uso de razón, era propiedad de la tía Mercedes Eguiguren Helguero, prima hermana de mi madre. Desgraciadamente, como sucedió con  otras de la misma familia y calle, también terminó convertida en  terreno baldío, los  que desde años atrás miramos invadidos por la nostalgia.

Si llegara a concretarse tamaña aberración, es decir, que el citado ¿Centro de Estudios Superiores? llegara a construir ahí aulas para sus ¿educandos?, tendríamos la certeza absoluta de que la vida en nuestra ciudad seguirá signada por el caos, desorden e irrespeto al prójimo  porque el número de mototaxis y motocicletas que hacen  transporte público seguirá incrementándose; las calles recibirán cada vez más chatarra rodante haciendo servicio de taxi, llegando al extremo de generarse tales embotellamientos que terminaremos desplazándonos a pie, lo que sería sano para quienes pudieran hacerlo.

¿Por qué tal predicción? Por cuanto, de seguirse permitiendo  el funcionamiento de CC EE en el centro de la ciudad, se repetiría la grave omisión de las autoridades que optaron por quedarse cruzadas de brazos cuando apareció el primer moto taxi, y/o cuando tomó posesión el primer ambulante en el ¿Mercado Modelo?; y/o cuando circuló la primera motocicleta prestando servicio público.

Por  culpa de tales autoridades, por omisas e incompetentes, miren, estimados lectores,  cómo estamos ahora.