COIMAS: EL MUNDO AL REVÉS

(Piura, 11 febrero 2016)

Luis Gulman Checa

La “noticia” del día ampliamente difundida por los medios locales,  en este caso “EL Tiempo”, es la siguiente:

Descubren a dos fiscalizadores MPP cobrando coima.

Regidora Kelly Morales hace público el audio en el que trabajadora acepta que recibió S/. 500 del dueño de hospedaje para no ponerle una multa.

Jefe de Fiscalización David Castillo asegura que desconocía lo ocurrido y felicita a concejales por ayudar a combatir actos de corrupción.

¿Pero cómo pudo doña Kelly enterarse del asunto no siendo vidente?

Por cuanto el propio coimeador - al haber sido  posteriormente multado por un digno fiscalizador (cuyo nombre curiosa e injustamente no se menciona) - se presentó  “indignado” a la municipalidad a exigir la devolución de la coima pagada a los malos fiscalizadores.

Curiosamente, mientras éstos, en la larga y prolija información,  aparecen plenamente identificados con nombres y apellidos,  inexplicablemente la identidad del coimeador se ha mantenida en el más absoluto secreto.

Estimado lector: le ruego formularse una pregunta:

Quién es peor persona y/o tiene mayor responsabilidad, ¿el coimeador o el coimeado?

Asimismo, así como del “cuero salen las correas”, las coimas existen porque hay pícaros y sinvergüenzas que, en vez de acatar las normas optan por “romperle la mano” a personas mil veces más necesitadas que él.

Entonces:

¿Qué justificación tienen tanto doña Kelly como los reporteros y directores de los medios para exponer públicamente a los “pobres” y subordinados coimeados, mientras mantienen en el más absoluto secreto el nombre del coimeador, primigenio y real delincuente de esta historia?

Señores fiscales: ¡Por favor hagan su trabajo!