¡QUÉ TALES BANQUEROS!

(Piura, 18 febrero 2016)

Luis Gulman Checa

La información aparecida en “El Tiempo” del pasado 17, nos abre un campo inmenso para especular/reflexionar:

Bancos no dan créditos a algodoneros por El Niño

Aclarando que los Bancos tienen todo el derecho de negarse a conceder cualquier crédito sin brindar explicaciones de ninguna clase, en este caso, por lo menos según afirmación del medio, la razón de la negativa es la próxima aparición de El Niño, lo que, según experiencias pasadas, sería desastroso para el cultivo, ergo, habría una producción tan pobre que impediría honrar el crédito.

Entonces, bajo el razonamiento expuesto, los Bancos estarían haciéndole un inmenso favor al solicitante al defender, indirectamente, su situación económica.

Sin embargo, a la luz de tantas y recientes experiencias referidas a errados pronósticos del comportamiento del clima, es dable preguntarnos:

¿A través de qué “bola de cristal”, los señores banqueros, llegaron a tan tajante conclusión?

Porque si fuera que su guía es la payasada del ENFEN que, de haberse cumplido, hace rato estuviéramos con “el agua hasta las orejas”, puentes derruidos, viandantes tragados por  caudales inconmensurables, chacras inundadas y/o desaparecidas y otras mil calamidades; podría afirmarse que estarían perpetrando una barbaridad porque, a la luz de los hechos, hace rato quedó demostrado  que tal pronóstico estuvo divorciado de la realidad.

Imaginemos la siguiente situación:

El agricultor “fulano de tal” concurre a un Banco X  solicitando  un préstamo para sembrar algodón en su chacra con agua asegurada, demostrando, asimismo y como le consta a la misma entidad bancaria, que es un perfecto sujeto de crédito. Sin embargo, recibe una negativa como respuesta con la explicación, formal o documentada, que la razón es la próxima presencia de El Niño.

¿Qué pasaría y/o qué acción podría tomar dicho agricultor si el presente año agrícola fuera maravillosamente productivo y, por ejemplo, en el Alto Piura se lograran productividades de 30 quintales de algodón limpio por hectárea?


¿Acaso no tendría todo el derecho de demandar al Banco por lucro cesante?