¡ONCE  HERMANOS!

(Piura, 23 febrero 2016)

Luis Gulman Checa

Recién fui sacudido espiritualmente por partida doble ante espeluznante información:

Tanto el alcalde provincial de Piura, Óscar Miranda, como el candidato a la presidencia de la República, Julio Guzmán, tienen, cada uno de ellos,  nada menos que 11 hermanos

Probablemente en un país normal o auténtico, tal circunstancia sería irrelevante, mas, en nuestro Perú, infectado por la corrupción de la cabeza a los pies - Carlos Sánchez dixit -  enterarnos que tales personas públicas tienen tremendo familión,  debiera llenarnos de pavor.

“Hildebrandt en sus trece” del pasado viernes 19, trae el siguiente informe:

EL CLAN GUZMÁN

En el mimo pormenoriza al detalle la conformación de semejante familión, conformado por hermanos de padre, de madre y de padre y madre.

“El Tiempo” del pasado domingo 21, salió con la siguiente primera plana:

Miranda: “No pongo las manos al fuego por mis hermanos”

Ante acusaciones de cobros para entregar obras, el Alcalde marca distancia de sus familiares y dice que solo confía en su esposa e hijos.

Asegura que ha pedido a sus ONCE hermanos alejarse de la gestión municipal para evitar suspicacias que dañan su gestión e imagen.

Digresión: Recordemos, si a la señora Ruby - quien sí tuvo los “pantalones” para iniciar la limpieza del mercado modelo -, cabeza de una corta descendencia,  los medios le hicieron la vida imposible por variadas denuncias “jaladas de los pelos”; ya podemos imaginarnos lo que le espera al pobre Óscar Miranda, aunque él mismo  se  haya desmarcado de sus familiares.

No obstante, apoyo al Alcalde y su respetabilidad no tendría que mancharse por cualquier inconducta de algún familiar:

¿De qué se le podría acusar al Alcalde, si un mafioso corruptor contratista le entrega dinero a uno de sus tantos hermanos para
que la Municipalidad le adjudique una obra?
No solo no se le puede formular ninguna imputación, sino que, una vez más, el Ministerio Público ya debería tener entre sus garras al auto inculpado delincuente que entregó el dinero.

Respecto al peligro que podría significar la elección de Julio Guzmán como presidente de la República, aún hay mucho “pan por rebanar” por lo que debemos esperar.