LA PRENSA DEBE EDUCAR Y PROPONER
(Piura, 08 abril 2016)
Luis Gulman Checa
En la edición de “El Tiempo” de la víspera en
la sección “Sorprende y no sorprende..,
página 02, aparece el siguiente comentario:
Que, a dos semanas de
la trágica muerte de ………………, ahogados el 21 de marzo en el Piura, cuyo caudal
volvió a crecer; ninguna autoridad anuncie, ni adopte medidas enérgicas para
impedir que los bañistas sigan jugando
con la muerte, en ríos y canales de la región.
¿En qué discrepo? En que, si el diario está
realmente preocupado por las personas que pierden la vida ahogadas en ríos y
canales, en vez de manifestarse tan ambiguamente, debería, primeramente,
identificar y señalar a la autoridad responsable de tal omisión y,
seguidamente, indicarle clara y puntualmente cuáles serían las medidas a tomar.
Sugiero algunas:
·
Construir
un cerco metálico electrificado a la vera de ríos y canales del departamento, evitando así
el ingreso de probables occisos.
·
Destinar
un equipo, no menor de 2,000 personas, patrullando las zonas en las que, estadísticamente,
ha habido más ahogamientos, para impedir
el ingreso de bañistas a los cursos de
agua.
·
Podría
promulgarse una norma obligando a los deudos a solventar todos los gastos
incurridos para ubicar los cuerpos. Ello podría hacer reflexionar a los cuasi
suicidas, porque usualmente hay que “secar” los canales originando grave
perjuicio a la actividad agrícola.
Aprovechando esta genuina y respetable
preocupación del citado diario por preservar la vida de las personas, hasta batallando contra la propia y legítima irresponsabilidad de
algunos; me atrevo a sugerirle poner en marcha la siguiente muy positiva,
fructífera y barata labor a cargo de los
gobiernos locales:
Erradicar absoluta y
totalmente de los ámbitos urbanos, los desagradables, estridentes e
innecesarios ruidos originados por gran cantidad de sujetos incapaces de razonar,
haciendo tronar bocinas, trepidar alarmas (algunas
suenan cuando un gato pasa al lado), circular con escapes libres, tronando un
pito cuando retroceden y/o anunciando con vociferantes altoparlantes lo que
venden o compran.
Digresión: La falta de respeto
mostrada en la, felizmente, fenecida campaña desatada por los aspirantes a “Otorongos”,
ha demostrado claramente que no cumplen con el más mínimo requisito para ser
nuestros “padres o madres”.
Sugiero, respetuosamente, a la Dirección, leer y sopesar los artículos
de su flamante colaborador, Joaquín Schwalb Helguero quien, hasta ahora, ha
tratado temas relacionados con la urbanidad y las buenas costumbres ciudadanas.
No tengo la menor duda que si el diario
emprendiera la campaña sugerida contaría con el respaldo de la inmensa mayoría
de ciudadanos, por cuanto, sin duda, los invalificables responsables de las
barbaridades señaladas y otras afines, son los menos.