VILCAZÁN: VENDIENDO HUMO

(Piura, 26 abril 2016)

Luis Gulman Checa

La edición de “Correo” de la fecha, página 06, muestra la siguiente información:

Con Vilcazán, Piura pasará a ser la primera potencia agroexportadora del país.

Así lo señala el ministro de Agricultura

El nuevo reservorio beneficiará a otras 100 mil hectáreas de cultivo y a más de 20 mil personas.

Tonterías. Adefesios. Palabrería hueca de personas que ni siquiera saben dónde están paradas. Sin  embargo, algunos medios, ¿cuándo no?, hacen de caja de resonancia de cuanta barbaridad profieren funcionarios que, no solo son de dos por medio, sino que están prácticamente fuera de circulación.

¿No es acaso ridículo al extremo que un ministro al que le quedan NOVENTITRÉS (93) días ejerciendo el cargo se lance con tremendo ofrecimiento y, peor aún, que nuestras autoridades lo “empeloten”?

Para que la opinión pública esté debidamente informada, tanto Vilcazán como Santa Rosa (ambas represas ubicadas en el río Quiroz aguas arriba de la actual bocatoma de Zamba derivadora al reservorio San Lorenzo), son dos ideas fundadas en el sentido común, concebidas para (en los años húmedos) guardar agua que se pierde en el mar  reforzando el abastecimiento a la colonización.

Como se comprenderá, el sector público no ha dado ni el primer paso para construir estas represas, ergo, la foto que acompaña la noticia será una más para el álbum del ridículo que, claramente, le encanta protagonizar a nuestras autoridades.

Pregunto al “ministro” y autoridades locales:

¿Acaso no es del más elemental sentido común, antes de embarcarse en nuevos emprendimientos, culminar los que están a medio camino?

Cualquiera, m/m pensante, respondería por supuesto. Así entonces, repregunto:

¿Por qué, en vez de andar pensando en “pajaritos preñados”, no se abocan a concluir la III Etapa del Proyecto Especial Chira Piura, beneficiara del valle dueño del agua del Sistema?

Como para pensar bien, es necesario pensar mal, la respuesta sería:

Por ser una “vaca que no da leche”, es decir, ahí no hay “tela para cortar” como sí es el caso de los nuevos emprendimientos.


¿Hasta cuándo seguiremos j……..?