E N V I D I A
(Piura, 19 abril 2021)
Luis Gulman Checa
Empecemos definiéndola: “Sentimiento de tristeza o enojo que siente la persona que no tiene o
quisiera tener para sí sola algo que otra posee”. Así, semejante lacra posicionada en
algunas mentes, deviene en nefasta quintacolumnista. ¿Por qué? Por cuanto se
trata de una pasión tan corrosiva que llevará al envidioso a hacer lo posible
para hacer trastabillar y/o liquidar al envidiado.
Entonces, el real engendro que es un envidioso,
se convierte en un lastre para la sociedad por cuanto los envidiados, mayoritariamente,
son personas capaces y trabajadoras que
alcanzaron el éxito, lo que conlleva que muchas otras cuenten con trabajo
digno, seguro y bien remunerado. Así, los citados engendros, cuando ruegan o
sueñan con el desplome del exitoso, pasan por alto el enorme perjuicio que ello
significaría para quienes colaboran con él.
Leí que un incalificable, amparado en que Pedro
Castillo había ganado en diez de las principales zonas mineras del país,
concluyó que EL VIEJO CUENTO DE QUE LA GRAN MINERÍA TRAE PROGRESO Y PAZ ES
MENTIRA, aceptando que los electores del susodicho están corroídos por mal tan
nefasto achacándole a la minería generar ENVIDIA POR COMPRACIÓN, es decir, los
infelices/pobres diablos que no laboran en la empresa minera son corroídos por
la envidia que los atosiga viendo a los
afortunados quienes ganan plata como cancha.
Lo expresado no es una especulación ni cuento
chino sino la pura verdad, como,
por ejemplo, quedó demostrado en Cajamarca a raíz de la bonanza económica
desatada a raíz del emporio minero Yanacocha que implicó un crecimiento
exponencial de la capacidad adquisitiva de sus trabajadores/colaboradores
frente al estancamiento de, por ejemplo, profesores, servidores públicos y
otros. Así, entonces, siendo el hombre una creación imperfecta y, por tanto,
con muchos defectos como la malsana/maldita envidia, los ¿desposeídos?,
carcomidos por este mal, devinieron en ANTI MINEROS oponiéndose, estúpida y
suicidamente, a la expansión de tal actividad, lo que hubiera implicado el
incremento de cajamarquinos ganando plata como cancha.
El deficiente mental, cuyo escrito comento,
concluyó así:
La solución es votar
por el radicalismo y la opción que ofrece la nacionalización de casi todo.
Si así fuera y las mentes de una mayoría de
electores peruanos, cubiertas por oscuras telarañas, optaran por elegir a Pedro Castillo,
vislumbro un gran beneficio a corto plazo: La desaparición - entre casi todo
como en Venezuela - del servicio de
telefonía celular eliminando la proliferación de bestias de dos pies
conduciendo motocicletas cuando, paralelamente, van hablando por tales
adminículos.