ERRANDO EL BLANCO

 

(Piura, 09 abril 2021)

 

Luis Gulman Checa

 

Es increíble y deprimente constatar cómo, estando el país al borde del abismo enfrentando diversos ataques/infecciones/disyuntivas, se pierda tiempo y esfuerzo dirigiendo mirada y atención a hechos pueriles e intrascendentes como es la necedad de buscar culpables/responsables por los infectados y occisos a causa del Covid, tal y como si, identificándolos, fuera posible devolverles la vida a quienes nos dejaron.

 

Una comparación para graficar mi punto de vista:

 

Acaso cuando se produce un incendio por un percance o accidente inesperado, ¿no se unen todas las personas de bien, empezando por los abnegados bomberos, poniendo el hombro y acarreando agua para dominar las llamas, o, por lo contrario,  se enfrascan en un debate para determinar quién fue el responsable del suceso dejando que las llamas continúen propagándose consumiendo todo a su paso?

 

La respuesta es obvia, pues, como dice el conocido aserto, “Primero es lo primero”, cualquiera entiende que todos los esfuerzos deben dirigirse a enfrentar las urgencias que tienen el futuro del Perú pendiendo de un delgado hilo.

 

Cuando pase la tormenta y nuestro barco siga navegando (modo exquisito de decir que nuestro país tiene un futuro promisor) habrá tiempo y será oportuno realizar los análisis e investigaciones que sean necesarios para determinar responsabilidades de toda clase, incluidas penales si se hubieran producido incalificables actos de corrupción, aplicando todo el peso de la ley a quienes fueran declarados culpables.

 

Me motiva una  llamada en la portada de “El Tiempo”, edición de la fecha:

 

Vizcarra, Mazzeti y Astete, a un paso de ser inhabilitados para ocupar cargos públicos.

 

Me pregunto cómo, tal sanción a personas apartadas de la función pública, puede coadyuvar a desaparecer el Covid y/o a orientar/guiar a los electores peruanos a votar racional e inteligentemente el próximo domingo.

 

Finalmente, si además de buscar responsables por la crisis generada por el Covid, fuéramos más atrás y hurgáramos en todas las solapadas CRISIS que nos asolaron las últimas décadas, ¿cuántos malditos tendrían que pasar por la, fatalmente, figurada guillotina?