¿E-MAIL COMPROMETEDOR?

(Piura, 02 octubre 2015)

Luis Gulman Checa

El expresidente Alan García Pérez, habría sido puesto “bajo la lupa”, es decir, estaría siendo analizado por corrupto - situación tan de moda en nuestro Perú - a raíz del siguiente correo sacado a la luz a raíz de la investigación del sonado escándalo brasilero Lava Jato:

“La semana que viene me estaré encontrando con el presidente del Perú, Alan García, con quien tenemos una larga relación de confianza de su primer mandato como presidente. Alan García ha demostrado su interés en fortalecer su relación con Brasil y especialmente con el presidente Lula. Sería importante verificar con nuestro amigo si existe algún mensaje o consejo por parte del presidente Lula para mi conversación con él”

El mismo fue cursado el 12 setiembre del 2006 - cuando AGP calentaba asiento en el despacho presidencial - por Marcelo Odebrecht, presidente de la reconocida constructora brasilera, quien, dicho sea de paso,  fue apresado el pasado 19 de junio a consecuencia de la ya citada investigación.

Su autenticidad está confirmada por cuando, efectivamente, tal reunión se produjo el 20 de setiembre del 2006. Pregunto:

¿Qué sílaba, palabra o frase resulta agraviante o sospechosa sobre la conducta del expresidente?

Por ejemplo, si en el e-mail dijera - cuando se refiere a la 2q1larga relación de confianza de su primer mandato como presidente - debido a que le depositamos tantos millones de dólares en la cuenta ………… para que se nos adjudicara la ejecución de Chavimochic; en tal caso sí tendríamos que “parar las orejas” e investigar la veracidad de tal señalamiento.

No se me malinterprete. No estoy diciendo que AGP es un santo que, al morir, irá directo al cielo con zapatos y todo. Simplemente llamo la atención sobre lo adefesiero de cuestionar su honorabilidad  por un correo inocuo y lógico, pues es de lo más normal que personajes de tan alto nivel, sean interlocutores de presidentes.

Más bien, tan luego leí la noticia, me vino a la mente lo sucedido con un renombrado ministro que lideró una flamante cartera creada en el Gob. Rev. de la Fuerza Armada, años 1968 - 1980 - con quien trabé cierta amistas allá por los 60 cuando el suscrito era joven,  poli deportista y  asiduo a las canchas de tenis del Club Grau, por lo que no diré su nombre -; quien fue acusado de múltiples inconductas perpetradas la frente de su cartera. Sin embargo, salió “limpio de polvo y paja”, porque, ¿milagrosamente?, fue encausado por un solo hecho concreto en el que no se había cometido ninguna irregularidad.

Conclusión:


En vez que políticos y medios  griten “al ladrón, al ladrón”, cada vez que salgan a la luz informaciones intrascendentes como la comentada, dejemos que concluya la investigación del caso Lava Jato, confiando que, si están demostrando que irán hasta el final, sin importar quién caiga, con mayor razón nos  informaremos, oportunamente, quiénes son nuestros corruptos y la gravedad de las felonías perpetradas.