MARISOL ESPINOZA: LAMENTABLE DECISIÓN
Publicado Diario El Tiempo
28-10-2015

Luis Gulman Checa

Es penosa la decisión adoptada por  nuestra congresista y vicepresidenta de la República, al “haberse trepado al carro” de quienes - anteponiendo sus propios mezquinos intereses antes que el bien del país - le han “saltado a la yugular” al legítimo gobierno.

No creyendo que el actual mandatario  salió de las canteras de los Ángeles y los Santos, sí me inspira más confianza y lo veo mejor intencionado que quienes lo antecedieron en la jefatura del Estado. Por ello, a sus actuales severos censores, les diría: “miren vuestros propios techos de vidrio antes de tirar tantas piedras”.

La decisión adoptada por Marisol revela que dejó de lado el llamado “interés superior”, lo que, en el presente caso, implicaba continuar “poniendo el hombro” para coadyuvar a la normal marcha del país. Sin embargo, su renuncia implica, en términos futbolísticos, una “artera patada a los tobillos” del  gobierno que integró.

Es oportuno, ya que acabamos de recordar al Gran Almirante, comparar la conducta de tan insigne peruano con la de Marisol. Si Miguel Grau hubiera razonado/actuado como acaba de hacerlo la vicepresidenta, no habría seguido al mando del Huáscar por cuanto sabía que, tarde o temprano, perdería la vida sin lograr beneficio alguno para el Perú. Sin embargo, siguiendo la vía opuesta a la escogida por la vicepresidenta,  continúo firme en el cargo y lugar que le dictaba su consciencia hasta, literalmente, pulverizarse en el cumplimiento del deber.

Si el razonamiento expuesto fuera válido, quienes alaban, apoyan y exaltan la actitud de Marisol - contra quien la “invento” como política -, si son consecuentes,  pensarán que el Gran Almirante, lejos de merecer el título de Héroe Epónimo del Perú, fue, en realidad, un gran tonto o simplón porque, en vez de dejar la capitanía del Monitor  reincorporándose sano y salvo a su hogar donde tenía una numerosa prole  que atender; optó por continuar comandando su nave hasta morir, según ellos,  tonta y quijotescamente.

Así pues, nuestra paisana desperdició la gran oportunidad de “llenarse de gloria” de haberse mantenido, como correspondía, en su lugar. Sin embargo, ahora, según informaciones, debe andar como cuy en tómbola sin saber en cual “tienda política” atracar, por cuanto, en un país como el Perú donde cada vez queda más claro que no estamos preparados para la democracia, ella , Marisol, ha devenido en “bocado de Cardenal” para captar votos.