CONSEJO PARA LOS “OUTSIDERS”
(Piura, 11 enero 2016)
Luis Gulman Checa
En la última edición de la revista “Caretas”
aparece un amplio reportaje a la famosa Milett Figueroa titulado Curvas
en Ascenso, el que me hizo pensar que, lo sucedido con esta dama,
debería inspirar a los actuales candidatos relegados en las encuestas para, en
un santiamén y/o como por arte de magia, migren de la cola a la cabeza de las
preferencias electorales.
Pero, se dirá usted, estimado lector, que
tiene que ver doña Milett con la política cuando ella misma ha afirmado que, a
pesar de haber recibido propuestas para integrar listas parlamentarias, las he desechado con el sólido argumento que
tal actividad no le gusta y terminó sentenciando zapatero a tus zapatos, demostrando
así que, además de ser bellísima y escultural, cuenta también con un cerebro que ya quisieran
tantos “políticos” de dos por medio.
Recordemos que la citada dama, antes de darse
un hecho que tiene que haber sido realizado por un mal nacido y/o desnaturalizado, pasó
de ser una más del ambiente farandulero nacional - como los actuales
“outsiders” - a reinar en el medio, razón por la que hoy por hoy aparece hasta
en la sopa, obviamente, para satisfacción de las personas de bien que
disfrutamos apreciando las maravillas que la naturaleza pone frente a nuestros
ojos.
Así pues, los señores candidatos por ahora
aparentemente relegados, deberían echar a funcionar su imaginación y encontrar
la forma de irrumpir en el espacio en forma atronadora de modo que todo
el país no haga más que hablar de ellos, tal como sucedió con Milett.
Una acción que cumpliría con la
sugerencia, sería divulgar un video en el que el candidato apareciera descerrajándose en tiro
en la sien, pero ello, mencionado solo como ejemplo, habría que descartarlo de
plano por cuanto, a pesar que elevaría su popularidad al infinito, lo retiraría
de la carrera para alcanzar la presidencia. No obstante, repensando la idea,
¿acaso no sería formidable para el país que varios tomaran esa decisión?
Preciso que el presente no tiene ni una pizca
de sátira siendo, por lo contrario, absolutamente serio al tener en
consideración nuestra idiosincrasia que es única e indescriptible, por lo que
en nuestro país, todo es posible.
Les deseo imaginación
y suerte, pero, eso sí, olvídense del camino que un maldito le abrió a Milett.