ENFEN Y EL CRIMEN PERFECTO (I)

Piura, 07 enero 2016

Luis Gulman Checa

Durante el curso del año 2015 hemos sido cotidianamente aterrorizados por los anuncios propalados por  el engendro signado en el epígrafe, referidos a que este año, el 2016, en la costa norte del Perú, sufriríamos un atroz castigo de la naturaleza  debido a que las compuertas del cielo se abrirían totalmente descargando sus aguas  furiosa y violentamente destrozándolo todo: casas, carreteras, puentes, cultivos y, obviamente, incontables vidas humanas.

Para empeorar la amenaza,  estando todavía en la memoria de muchos de nosotros los estragos que sufrimos los años 1983 y 1998, aseguraron que aquellos exabruptos del cielo quedarían como meras lloviznas frente a lo que íbamos a sufrir/soportar el presente año.

La prensa y/o los llamados medios de comunicación no perdieron tiempo en treparse al carro de estos pícaros y/o irresponsables (¿llegará a determinarse algún día cuál calificativo les corresponde a los “técnicos” integrantes de semejante mamarracho?), por cuanto no hay que ser un genio para adivinar que se les ofrecía una fuente inagotable para alimentar las “benditas” Primeras Planas, es decir, los inacabables imanes para inducir  a comprar  diarios o prenderse de las emisoras.

¿No es acaso cierto que la desgracia y el terror son la “gasolina” de los medios de comunicación, además, por supuesto, de políticos corruptos?

También - estando la corrupción enquistada en todos los estamentos del Estado - estos esperpénticos anuncios equivalieron a maná caído del cielo para la recua de rateros, de saco y corbata, enquistados en el aparato público desde la cabeza a los pies, como lo demuestra el hecho de los varios aspirantes a ser elegidos presidentes de la República que deberían estar presos.

El propio Estado, aterrorizado por tan agoreros anuncios, se dedicó a decretar Estados de Emergencia por doquier, zurrándose en  el mismísimo DRAE, por cuanto no había ninguna emergencia, la que recién se hubiera configurado únicamente después de la apertura de las compuertas celestiales.

Ejemplo de la referencia a los rateros de saco y corbata, lo tenemos frente a nuestras  narices:

En el descarado robo de recursos públicos perpetrado por funcionarios limeños en el cauce del río Piura frente a nuestra ciudad, ante el ominoso, vergonzoso, y confío que no interesado, silencio de nuestras autoridades,