TRES MIL OCHOCIENTOS MILLONES DE DÓLARES (II)
Artículo publicado en el Diario
“El Tiempo” 06-01-2016

Luis Gulman Checa

Han transcurrido dos semanas desde que apareció publicada la primera parte de este artículo y, en Piura, como fatal y lamentablemente es usual, no hubo ninguna reacción, respuesta y/o comentario a su contenido, el que, como recordatorio o resumen, plantea lo siguiente:

Que los piuranos exijamos (tratando de imitar a los arequipeños) que la monstruosa y absurda cifra que se pretende echar al desagüe - aunque la mayor parte a bolsillos corruptos -   repotenciando la auténtica chatarra que es la refinería de Talara, se destine a obras trascendentes que convertirían a Piura en una potencia mundial agroexportadora y, además,  unirían  sierra y costa.

¿Quién, en la actualidad, sea persona natural o jurídica, hace oír su voz defendiendo los intereses de Piura y los piuranos? Lamentablemente, luego que la malhadada Reforma Agraria destrozara Piura y, a pesar de haber transcurrido casi medio siglo, seguimos sin norte  cual náufragos al garete y/o caprinos ambulando  comiendo las últimas briznas de los casi extinguidos potreros.

¿Un ejemplo para graficar la absoluta verdad de lo afirmado? Cuando veinte años atrás teníamos todo a nuestro favor, los lambayecanos, zurrándose en nosotros, se llevaron nuestra agua del río Huancabamba para irrigar sus despobladas e incultas pampas de Olmos despojando nuestro ubérrimo valle del Alto Piura aprovechándose de la incuria, inopia y desinterés por nuestro propio destino que nos ha infectado, perecería, irremediablemente.

Sin embargo, como la esperanza jamás debe morir y a pesar que instituciones como las antaño señeras Cámara de Comercio y Liga Departamental Agrícola y Ganadera de Piura pasaron a la historia, pienso que la posta debería ser tomada por el Colegio de Ingenieros del Perú - Filial Piura, lo que, además,  sería muy conveniente para sus afiliados por cuanto se les abrirían incontables puertas para obtener trabajos dignos, correctos y bien remunerados.

¿Los ingenieros no leen el diario “El Tiempo”? ¿No leyeron al artículo referido? Si lo hubieran leído, ¿no lo entendieron? Finalmente, ¿no se enteraron que sus colegas lambayecanos fueron los principales actores en la concreción de la irrigación de las pampas de Olmos?