¡E M E R G E N C I A!
(Piura, 12 octubre del 2016)
Luis Gulman Checa
La edición de “El Tiempo” de la fecha,
apareció con una tremebunda, preocupante e impactante información:
Hilbck pide a la
Policía declarar en emergencia a Piura
Gobernador sustenta solicitud en estudio que hizo el Conesec.
Según éste, el 52% de los encuestados afirma haber sido víctima de la delincuencia.
La Fiscalía de Piura reporta 80 homicidios, hasta septiembre
del presente año, debido a la inseguridad ciudadana.
Sería oportuno que nuestro Gobernador
informara a la ciudadanía las implicancias, medidas y consecuencias de
tal declaratoria, habida cuenta que las conocidas y populares son las generadas
por catástrofes/desórdenes climáticos destruyendo infraestructura de servicio público que,
debiendo repararse a la velocidad del rayo, quedan
exoneradas de las normas que regulan la contratación de obras públicas, de modo
tal que, la autoridad competente, puede hacer y deshacer a su antojo adjudicándolas
como quien reparte panetones en Navidad.
Obviamente, esta es una clásica medida de doble
filo, pues el buen uso de los recursos públicos dependerá de la calidad
moral de la autoridad, virtud que, según nos lo refriegan los medios cotidianamente,
está muy venida a menos, por lo que debe
recurrirse a ella solo en casos muy extremos
y con supervisiones idóneas.
Volviendo a lo nuestro, llama la atención que
nuestro Gobernador (cuya autoridad abarca todo el departamento de Piura), se
haya limitado a solicitar la declaratoria de emergencia, única y exclusivamente
para los distritos de Piura, Castilla y 26 de octubre, según precisa la
información aludida, cuando - como acaba de re confirmarlo el vil asesinato del alcalde de Paymas a plena
luz del día y a escasos metros de la sede municipal - la delincuencia está extendida por todo el departamento.
Por definición y sentido común, las
Declaratorias de Emergencia tienen por objeto dejar en suspenso la aplicación
de algunas normas de obligatorio cumplimiento, como el caso señalado líneas arriba,
por lo que, reitero, la ciudadanía debe estar informada de los reales alcances
de lo solicitado por la autoridad regional.
Por ejemplo, si tal Declaratoria de Emergencia procediera,
pregunto:
¿Un policía podría
descargar su cacerina contra un delincuente que arrebató su cartera a una
señora embarazada y está escapando?
Sin embargo, siendo realistas, ante el brutal
carga montón desatado por los medios
contra el llamado “Escuadrón de la Muerte”, obvia y naturalmente y con toda
razón, los señores miembros de la PNP prestarían
oídos
sordos a tal declaratoria.